A 50 metros sobre Portugalete

16/03/2012

Bilbao es mucho más que Guggenheim y pintxos. Una vez vista la enorme reconversión cultural de la capital vizcaína, toca visitar los alrededores, llenos de pueblos pintorescos, acantilados que se asoman al Cantábrico espumoso y montes verdísimos. Aquí les proponemos cuatro localidades, cada una con su encanto, que le conquistarán.

  • Santurtzi. Uno no puede ir a Bilbao y no visitar este pueblo, al que se llega en metro y tren, para probar sus famosas sardinas. Santurtzi fue en otra época el puerto de mayor relevancia de la pesca de bajura, pero aún conserva su tradición sardinera. Lo entenderá todo cuando entre en el restaurante Mandanga y contemple el puerto pesquero y la Bahía del Abra desde el Mirador del Palacio de Oriol. No se olvide de subir al Monte Serrantes, de 454 metros, y bajar la comida por el Paseo de la Reina Victoria. El parque de la localidad y su museo de esculturas al aire libre completan la ruta.
  • Portugalete. Ahí sigue el puente colgante, Patrimonio de la Humanidad, asombrando a todos en la ría de Nervión desde 1893. Se puede recorrer caminando por una pasarela a 50 metros de altura. Un buen plan es visitar Rialia, el museo de la industria (entre Santurtzi y Portugalete), con maquetas y fotos antiguas de las acerías y las fábricas que dieron a Vizcaya esplendor. Pone el contrapunto la Torre Salazar, del siglo XV, y la mezcla de gótico y renacimiento de la basílica de Santa María.
  • Lekeitio. Asomado sobre los acantilados, Lekeitio sorprende por su casco antiguo, sobre todo la parte de Gamarra Enparantza, una zona que une el barrio de Dendari con el de Arranegi, el de los marineros. El puerto siempre está ambientado con el trasiego de los pescadores y sus restaurantes y tascas. La isla de San Nicolás o Garraitz es un lugar mágico. Se puede llegar andando por la playa cuando la marea está baja. Allí encontrará algún pastor con cabras, muchos conejos y bastantes turistas. Las vistas son espectaculares.
  • Bermeo. Ropa tendida en los balcones y sabor medieval. Caminar por el centro de Bermeo y visitar sus murallas, su torre de Ercilla y su iglesia de San Francisco es como retroceder en el tiempo. Pero esta localidad también tiene acantilados y un cabo, el de Matxitxako, con un faro. No se podrá perder San Juan de Gaztelugatxe, una ermita del siglo X situada en una isla entre Bermeo y Bakio. Suba los 237 escalones y toque tres veces la campana, como manda la tradición, y pida un deseo. El lugar tiene mucho rollo místico.

Datos útiles:

  • Vizcaya tiene 1.155.772  habitantes.
  • El tiempo es lluvioso en invierno y poco caluroso en verano.

Foto | fervazco

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