Relajación pasiva para grandes y pequeños

10/10/2012

Esta técnica pasiva se diferencia de la relajación progresiva en que no utiliza ejercicios de tensión. Puede resultar indicada cuando las personas presentan dificultades o incapacidad orgánica para tensar los músculos o relajarlos una vez tensados. También hay que destacar que,aparte de las frases de la relajación pasiva, se introducen frases típicas de la relajación autógena.

Forma de aplicación:

Como en cualquier otro tipo de relajación, deberemos encontrar el sitio (sillón, sofá, cama, etc) adecuado y el momento oportuno del día. Las instrucciones serían algo parecido a:

Estás tranquilamente sentado (o tumbado) con los ojos cerrados, todo tu cuerpo se adapta perfectamente al sillón, de modo que no hay necesidad de tensar ningún músculo. Ahora concéntrate en tu mano derecha, deja que desaparezca cualquier tipo de tensión. Nota cómo estos músculos se van volviendo cada vez más relajados, más tranquilos, más calmados… Ahora focaliza la atención más arriba, en tu antebrazo derecho. Nota cómo desaparece cualquier tensión, deja que se relajen más y más… Mientras que continúas con todo tu brazo, antebrazo, y mano derecha relajados, concéntrate ahora en tu mano izquierda…

El proceso va continuando siguiendo todos los grupos musculares como se hacía en la relajación progresiva, pero cada vez que termina de relajar uno, vuelve a mencionar los anteriores, por ejemplo:

La relajación se extiende ahora por tus brazos… toda tu cara…tu cuerpo… y baja por los hombros…

Es en este punto es donde los autores (Schwartz y Haynes, 1974), proponen la inclusión de instrucciones autógenas para consolidar el proceso de relajación:

Estás muy relajado, sientes que tus músculos se han vuelto pesados y notas un agradable calor en ellos… Siente lo agradable que es ese calor y como tus músculos se relajan todavía más…

Al final la técnica finaliza con instrucciones para relajar todo el cuerpo y además se incluye el control sobre la respiración:

Nota todo tu cuerpo relajado, muy, muy tranquilo. Deja tus pies…, tus piernas…, tu estómago…, tu pecho…, tu espalda…, tus hombros…, tus brazos…, tu cuello…, tu cara…, muy, muy relajados. Deja que tu respiración lleve su propio ritmo monótono, tranquilo. Déjate llevar por este estado de tranquilidad… Todas las partes de tu cuerpo están muy relajadas, muy cálidas, muy pesadas…

Finalmente comentar que el tono de voz suele ser más lento y pausado que el de la relajación progresiva pero sin llegara a adquirir tonos hipnóticos.

Si aplicamos esta técnica a niños o personas con dificultades debemos evitar pasar de un grupo muscular a otro si no se consigue un mínimo de relajación en el grupo previo. Recordad que hay que adaptarse a la edad y características de cada persona.

Foto | Silences à gogo

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