Encanto siciliano en un convento de 5 estrellas

29/11/2012

En el siglo XV Eremo della Giubiliana era un convento. Localizado en pleno corazón del Valle del Noto -a 10 kilómetros de Ragusa, al sureste de Sicilia– en la actualidad se ha convertido en uno de esos hoteles con una marcada personalidad que lo hace genuinamente diferente por mil y un motivos.

Está claro que el hecho de que fuera un convento ayuda. En la remodelación quiso respetarse al máximo la estructura y el ambiente del convento. Esto le da un aire místico y sereno a todo el hotel. Y de ahí que, por ejemplo, el tamaño de las habitaciones no sea tan amplio como el de un hotel de 5 estrellas cualquiera: los huéspedes se alojan en las que fueran las celdas de los frailes… Eso sí, aunque no sean habitaciones muy grandes, cuentan con todas las comodidades y lujos que un 5 estrellas exige. Pero dejando a un lado todas las comodidades, servicios y actividades que los grandes hoteles suelen ofrecer y con las que Eremo della Giubiliana cuenta -spa, piscina, párking, servicio de guardería, servicio de peluquería, biblioteca, rutas de senderismo o rutas en bicicleta…- vamos a centrarnos en esos detalles que lo convierten en un alojamiento diferente.

Su pista de aterrizaje y su avión privado. Este hangar es fruto de la pasión que el actual dueño del hotel –Salvo Mancini– tiene por los aviones. Esta pista está disponible para aquellos huéspedes que cuenten con la suerte de viajar en aviones privados. Y si, como la gran mayoría, no fuera el caso, siempre tienes la opción de contratar algún viaje privado. Recordemos que su situación geográfica hacen que se puedan realizar escapadas a Malta, Túnez o a pequeñas islas sicilianas como Lampedusa o Pantelleria.

Su zona arqueológica ubicada en el jardín. Se trata de una necrópolis que data del siglo V al III a.c. Los restos aquí encontrados prueban la existencia de diferentes granjas en este sitio: siciliana, griega y bizantina.

Su cocina. Además de que su restaurante Don Eusebio es uno de los más prestigiosos de la zona y además de que su desayuno buffet tiene una fama estupenda -no solo por variedad, sino por calidad- puedes adentrarte verdaderamente en la trastienda de la cocina. Puedes asistir a las clases organizadas por el chef del restaurante o puedes presenciar el proceso de moler granos con los que luego se hará harina; o ver los frutos que han recolectado en su propia finca con los que luego se hará mermerlada.

Como último dato, mencionar que si tienes mascotas en este hotel serán bienvenidas. De hecho, puedes encontrarte a Lili, la mascota del hotel paseando por el mismo… Definitivamente, Eremo della Giubiliana es un punto y aparte en cuestión de alojamientos especiales.

Foto | ComùnicaTI

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