Por los canales de Milán

14/08/2013

Watercolor painting at Navigli Grande¿Ámsterdam en Milán? Así, a primera vista, el barrio de Navigli de la ciudad italiana nos teletransporta a la capital holandesa. Y la verdad es que sorprende gratamente encontrarse en la ciudad de la moda y la elegancia un pueblecito surcado por canales donde la vida no corre tan deprisa. Navigli es el proyecto frustrado de conectar Milán con los ríos Ticino y Adda, el lago Como y el mar para convertirla en un puerto comercial de primer orden. Actualmente sólo quedan tres canales (el Grande, el Martesana y el Pavese) porque Mussolini desecó el resto después de que a finales del siglo XIX perdieran importancia por el empuje del ferrocarril. Aunque ahora sirvan para dar fresco a Milán y hacer las delicias de los turistas, los Navigli fueron un proyecto de vanguardia, construidos entre el siglo XII y el XVI, donde incluso Leonardo da Vinci ideó un moderno sistema de presas y se transportó el mármol para la catedral.

Dejemos la historia a un lado, ya que los sábados la zona no puede ser más hipster. Ese día se celebra en la Dársena un mercadillo de comida, libros y cachivaches. Además, el último domingo de cada mes (ex excepto en julio) podremos asistir a una feria de antigüedades. No es casual, ya que los Navigli están llenos de tiendecitas de objetos y muebles de épocas pasadas. No dude en rebuscar y llenarse las manos de polvo. Lo vintage está de moda y sobre todo en los Navigli, ya que esta zona se está convirtiendo en una especie de SoHo a la italiana. Atención a las siguientes tiendas: Elizabeth The First (Alzaia Naviglio Grande, 44) y Made In The Shade (Ripa di Porta Ticinese, 53), donde brotan las tendencias. El momento cultural nos espera en la Galvanotécnica Bugatti (Via Gaspare Bugatti, 7), una antigua fábrica convertida en sala de exposiciones, y Design Library (Via Savona, 11), donde curiosear manuales de diseño y tomarnos un café.

Pasamos por el Vicolo dei Lavandei, un rinconcito delicioso donde antiguamente las mujeres lavaban la ropa, y por las iglesias de Sant’ Eustorgio y San Lorenzo Maggiore. Abundan los restaurantes y trattrorias como La Madonnina (Via Gentilino), donde podemos hincarle el diente a la cotoletta milanesa o chuleta de ternera empanada. Igual tampoco le hacemos ascos a la happy hour, donde te tomas una copa y picas todo lo que quieras de un buffet de comida. La noche continúa igual de divertida en locales como el café-teatro La Corte dei Miracoli (Via Mortara, 4) y el espectáculo de burlesque de Connie Douglas (Via Bordigher, 15). Y ya después viene la música a tope y las conversaciones con desconocidos en Batik (Viale Umbria, 64), Kopi Club (Via Spontini, 6) o Lighthouse (Ripa di Porta Ticinese, 11). Ojo con el alcohol para no acabar en los fondos de algún canal.

Datos útiles:

  • Milán tiene 1.307.495 habitantes y la mejor forma de recorrer su centro es en metro y a pie.
  • Sus inviernos son fríos, con posibilidad de nevadas, y los veranos, no tan calurosos como en Roma debido a su clima oceánico.
  • La moneda es el euro.
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Foto | Trotsiland} else {

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