Madrid. Calle Libertad número 16. 10 de la mañana. Abres la puerta y huele a café. Mmm… pero no es un olor a cualquier café. Cierto es. Es un café comprado a una cooperativa de comercio justo que viene directamente de los cafetales mexicanos. Definitivamente, no es cualquier café. En la barra una persona saborea ese café tan auténtico mientras sopea un croissant recién llegado de París. En una mesa una pareja saluda el nuevo día con un apetecible desayuno. Él, pan de tomate reventón, simplemente indescriptible… Ella, una tortilla que si sabe como se ve, debe de estar de vicio -seguro la culpa la tienen esos huevos ecológicos con los que se elaboró-. 🙂
¡Bienvenidos a la Taberna La Carmencita! Vengas a la hora que vengas (y a muchas horas puedes venir, gracias a su amplísimo horario, de 9 de la mañana a 2 de la madrugada) te encontrarás con un espectáculo semejante. Desayunos, comidas, merendolas, cenas tardías, momento cóctel, cualquier excusa es buena para visitar este local. Ambiente encantador acompañado de los mejores manjares que te puedas imaginar. Su cuidadísima materia prima es una pieza fundamental en este puzzle tan especial.
Si los literatos de la Generación del 27 -antiguos asiduos de este establecimiento- levantasen la cabeza, una buena sorpresa se llevarían ante esta propuesta moderna, revolucionaria y sana; y sin dejar de rememorar a La Carmencita de antaño: esos míticos azulejos, esa barra de estaño y esas 75 recetas recuperadas…
¿Alguien da más? ¡Apuesto a que no!
Foto | jamesblick