Motivos para viajar al interesante otoño de Bruselas

04/11/2014

Atomium de Bruselas, en Bélgica

Pasó el verano, llegó el otoño y con él, el recurrente cambio de armario de todas las estaciones. Un tedioso proceso que consiste en desenfundar gorros, abrigos y bufandas ya casi olvidados bajo capas de sol. ¿Y cómo podemos colorear esos momentos mecánicos? Dejando que nuestra imaginación vuele y rebusque en los bolsillos ideas para nuevos planes a juego con la estación que toca estrenar.

Te proponemos reservar una prenda, incorporarla a tu vestuario viajero y estrenarla en los próximos meses. Se llama Bruselas y promete un menú especial pensado para todos aquellos trotamundos que ante un edificio de interés de esta maravilla llamada mundo, farfullan: “a mí dame más experiencias y menos monumentos”. Porque, a pesar de que Jean Cocteau acertó al afirmar que «La Grand Place es el teatro más bello del mundo», para aquellos que anhelan sentir además de ver, Bruselas va más allá de sus visitas turísticas más célebres y promete diseño, diseño…¡y más diseño! Y de postre, una jugosa porción de turismo creativo.

Hablando de las cosas que pasan en otoño en la ciudad más grande de Bélgica, lo gordo, gordo, gordo de la agenda arranca en septiembre, que aunque ya ha pasado os lo contamos. Todos saben (y ahora nosotros también) que ese es el mes del diseño en muchos lugares del mundo y, más aun, en Bruselas. El Brussels Design September ha sido, es y será la cita anual imprescindible para los amantes de la imaginación. Más de 100 eventos culturales y comerciales que invaden las calles de la capital y que son sinónimo de jóvenes creadores, bullicio y mucha marcha para los sentidos.

Con el Design September de Bruselas, la ciudad interpreta durante un mes el papel de plataforma para diseñadores belgas e internacionales. Un festival en el que el mobiliario, la arquitectura, el grafismo y el textil son los protagonistas y que, por ende, es el lugar de encuentro elegido por modernos, artistas y curiosos. Seguirles la pista es fácil: solo hay que pasear por la ciudad y detenerse al identificar el distintivo del festival, que luce adherido en fachadas de galerías, tiendas y demás sedes. Es la invitación a pasar (normalmente gratis) y disfrutar.

El Atomium (Avenue de l’Atomium, 1020) es otro de los flamantes decorados del festival. En un día de sol, contemplar este icono futurista de Bruselas embelesa. Su fascinante estructura, compuesta por nueve relucientes esferas de acero que se elevan hasta los 102 metros de altura, no deja indiferente y todos disfrutan haciéndose divertidas y engañosas fotos con la perspectiva suficiente como para simular que acarician el  contorno del Atomium con las manos. ¿Sabías que este reclamo de la ciudad puede visitarse por dentro? Subamos y visitemos su esfera superior, desde donde nos sentiremos en la cima de la región.

Y, ¿qué está pasando tras el mes del diseño en Bruselas? Pues que la vida creativa de la ciudad no para. Puede que el festival haya bajado el telón hasta el septiembre siguiente pero Bruselas sigue acogiendo bares y restaurantes que rezuman encanto, gracia y buen gusto, sea el mes del año que sea. Una buena idea es acercarse al bar Potemkine (un antiguo cine) o a la casa del pueblo, ¡ambos lo valen! Son solo dos ejemplos de lo mucho y bien que se curran los ambientes en esa ciudad, siendo numerosos los locales (de hecho la mayoría) que llaman la atención por su gusto y por lo acogedor de su espacio. El Potemkine (Hallepoortlaan 2, 1060 Saint-Gilles) o el Café Maison du Peuple (Parvis de Saint-Gilles 37A, 1060) son bares que huelen a ciudad creativa, como Bruselas. Y si de lo que se trata es de rematar la velada, siempre quedaremos bien si sorprendemos a nuestros compañeros de viaje con uno de los cócteles que sirven en las divertidas copas retro del Bar Fontainas (Rue du Marche au Chabron, 91).

¿Queremos más vida cultural? Mientras leemos esto, seguro que algo nuevo y divertido está pasando en Bruselas. Como el This is not a fashion week, but a fashion month, un evento que irrumpe por primera vez en la agenda artística y cultural de  la capital de Bélgica. Hasta el 9 de noviembre, el paraíso de la patata frita acogerá esta amalgama de desfiles, exposiciones de creadores, recorridos de moda y otras intervenciones por y para los amantes de la moda (¡y para el gran público!). Si lo que nos apetece es descubrir talento, no debemos perdernos el mejor compendio de eventos de la moda bruselense. El que avisa no es traidor.

¿Nos vamos de viaje a Bruselas? Volar es un placer y con Iberia, más.

Foto: Chris Friese

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