Visitar el Cabo de Gata

05/11/2014

Cabo de GataSu origen volcánico, el clima semidesértico de la zona, la existencia de especies vegetales exclusivas y su franja marina, con la costa llena de calas, playas, dunas, estepas y charcos salinos, hacen del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar uno de los paisajes más singulares de la geografía española.

Con más de 37.000 hectáreas, ocupa parte de los tres términos municipales de la provincia de Almería, en el extremo suroriental de la Península y esconde algunos lugares que no deberías perderte. Aquí te mostramos algunos:

Las playas de Cabo de Gata

Los 63 km de costa con los que cuenta el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar hacen que no sea difícil encontrar un buen lugar para tender la toalla y disfrutar del mar, sus fondos marinos están catalogados como de los mejores del litoral español.

La Playa Monsul, cerca del pequeño pueblo de Las Negras, es una de las más famosas de la costa de Almería. Esta es la playa de la Peineta, una enorme roca volcánica que se encuentra en la orilla y a la que se puede subir para tener unas perfectas vistas de la superficie cristalina del mar y del entorno volcánico del lugar; es la playa de la Duna del Monsul, una duna móvil de arena negra; y, también, es la playa que ha servido para localizar algunas escenas de películas muy conocidas, como Lawrence de Arabia o Indiana Jones y la última cruzada.

La Cala del Cuervo tiene nombre cinematográfico pero en ella, a diferencia de la Playa Monsul, no se ha rodado ninguna película, aunque igualmente se podría. Se trata de una pequeña cala de piedras erosionadas por la naturaleza, poco conocida y por ello poco concurrida. Si tomas la senada que sale de la cala hacia arriba por un promontorio llegarás a la Cueva del Cuervo, un acantilado bellísimo que se adentra hacia el interior en forma de gruta.

Cala del cuervo

La Playa del Arco se caracteriza por estar prácticamente pavimentada por rocas, tan erosionadas que su superficie es totalmente lisa y blanca a modo de la arena, pero con la ventaja de que no se te pegará como ésta última. La Playa del Arco es fácilmente identificable por la silueta del Castillo de San Felipe, que se trata de una batería defensiva de hasta cuatro cañones que Carlos III, El Político, mandó construir para defender las costas andaluzas.

La Minería en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar

Toda la Historia minera del Parque se encuentra en el Museo Geominero del pueblo Rodalquilar. La extracción mineral en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar se remonta a la prehistoria, cartagineses, fenicios y romanos. Vamos que la existencia de oro en esta zona era todo un secreto a voces, hasta fechas recientes y quedar ya abandonada la industria a mediados del Siglo XIX cuando era más costoso mantener la infraestructura que el rendimiento económico extraído.

 mina de Rodalquilar

La entrada al museo es gratuita y vale la pena para hacerse una idea de la zona, de la vida, de la geología y de la historia que ha visto pasar el Parque Natural. Pero sin duda, visitar las instalaciones abandonadas de la mina puede ser toda una experiencia. Parece más el paisaje de una película de ciencia ficción donde haya ocurrido alguna extraña hecatombe; entre las piscinas para filtrar los minerales, edificios semiderruidos, escaleras que ascienden sólo al cielo, extraños hierros oxidados que salen del hormigón… Eso sí, es aconsejable andar con mucha precaución.

El Faro del Cabo de Gata

El faro es el emblema del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar y el punto donde termina el sur oriental de la Península Española. Se llega a él por una estrecha carretera llena de curvas que serpentea por los acantilados. Sus 18 metros de altura son modernos, o al menos, relativamente, ya que se construyó en 1863, aunque el Cabo de Gata ya fuera conocido por los antiguos por la abundancia de ágatas en el terreno. De hecho hay numerosas referencias en libros antiguos; por ejemplo, Ptolomeo se refiere al Cabo de Gata como  Charidemou Acra, que significa “promontorio de las cornalinas”.

faro cabo de gata

Sea como fuere, es un lugar perfecto para ver las puestas de sol, con el Arrecife de las Sirenas a tus pies. Y no, no es que esta parte fuera famosa por que habitaran en ella las sirenas, sino que así se referían los antiguos marineros a lo que hoy conocemos como lobos marinos. Haya o no sirenas, lo que sí es cierto es que desde el Faro del Cabo de Gata podrás contemplar un precioso atardecer.

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