Málaga y su milla de oro gastronómica

30/01/2017

Málaga

Se acerca San Valentín y Málaga puede ser la ciudad perfecta para disfrutar de este mágico día. Aquí podrás pasar una velada de lo más especial.

Málaga es toda una postal viviente repleta de interesantes rincones ávidos de ser descubiertos. A los malagueños se les conoce como los boquerones y su pescaíto frito es sin duda uno de los mejores del mundo ( recuerda que no hay nada mejor como un pescado espetado). Pero hay mucho más con lo que deleitar el paladar.

La capital de la Costa del Sol posee todas las cualidades de una gran ciudad, conservando aún esos rasgos auténticos y tradicionales que la hace única y la proclaman como la ciudad española con mayor calidad de vida. Conocida como la ciudad de los museos o la nueva Barcelona, tiene equipo de fútbol en primera, el mejor muelle de Andalucía y un envidiado alumbrado de navidad que deja boquiabierto a miles de transeúntes, todo un espectáculo de luces y sonidos sincronizados.

Hay dos calles del centro histórico que se han hecho famosas por aglutinar en tan pocos metros cuadrados una oferta culinaria de gran calidad: calle Strachan y calle la Bolsa. Ambas desprenden un ADN gastronómico propio, confeccionando una atmósfera distinta que nos acompaña mientras paseamos relajados por sus peatonales calles de edificios históricos. Una auténtica milla de oro gastronómica, donde algunos de los mejores restaurantes de Málaga nos deleitan con variadas exquisiteces de primera calidad y repleta de sabores.

loguenoDesde las irresistibles carnes del mesón Lo Gueno, a esa cocina marinera de la Casa de Botes. Otra referencia de categoría es el Mesón La Cepa. Tras de sí, años de buena gastronomía y un trato personal y cercano le atesoran como otro de los referentes, cuya cocina tradicional enamora al comensal. Bajando Strachan encontramos justo en la esquina un clásico de Málaga, como es Gorki. Baguettes, fabes y otros productos siempre están preparados para degustar. Además nos guía y nos orienta hacia Calle la Bolsa.

Restaurante El Rescoldo es la primera opción que encontraremos. Cocina tradicional malagueña y un público fiel hablan por sí solo de este restaurante. Muy recomendables su solomillo de buey a la parrilla o el rabo de buey estofado, rape a la plancha y su crema catalana.

Seguimos con este seductor paseo de ricos y embriagadores aromas. La Reserva 12 es uno de los más conocidos y frecuentados, todo un restaurante con solera que lleva años dando un servicio exquisito. Carta de vino variada y una de las mejores fritura y pescados del centro. Os recomendamos su ensaladilla rusa y sus boquerones fritos. Restaurante La Barra, más cosmopolita e informal, con una propuesta culinaria atrevida, variada y de gran calidad, o el Restaurante Café la Bolsa, ubicado en el Hotel Larios, con una cocina verdaderamente impresionante, se vuelcan al máximo por mimar esa materia prima de km. 0 con unos puntos de cocción perfectos, que dan como resultados delicados platos repletos de sabores mediterráneos.

Para terminar, lo mejor es acabar en el Bar La cocotte, donde la sugerencia del dia puede ser uno de sus increíbles gin tonic premium.

La oferta gastronómica malagueña es tan exquisita y variada como impecable. Su gastronomía ha traspasado fronteras, chefs de la talla de Dani García (Bibo), José Carlos García, Paco García, (Restaurante El Lago), Diego Gallegos (Sollo) o los restaurantes Kabuki, Skina o Messina representan la cocina más vanguardista y premiada de la ciudad, todos ellos distinguidos con las codiciadas Estrellas Michelin.

No por ello debemos dejar de mencionar a esos restaurantes que sin ser iluminados por esta estrella tan carismática, podrían pertenecer perfectamente a este distinguido club. Marcos Granados en el Restaurante Café La Bolsa – Hotel Larios, Dani Carnero en La Cosmopolita, el dúo Sergio del Río y Rui Junior en Óleo y por último El Refectorium del Campanario, son todo un ejemplo de una gastronomía insólita, llena de entusiasmo, que ensalza la cocina local y que no deberías perderte en tu viaje a Málaga.

Y es que 24 horas en Málaga pueden dar para mucho, sobre todo si sabemos donde ir.

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