La magia medieval de Olite, en Navarra

27/02/2018

A tan solo 42 kilómetros de Pamplona nos encontramos con una pequeña ciudad que bien pudiera servir de escenario para cualquier cuento medieval: Olite es uno de esos lugares que en ocasiones figuran en las listas top ten de sitios españoles con encanto.

La esencia de Olite radica en su herencia del medievo: pequeñas calles empedradas, caserones de antaño presididos por prominentes escudos familiares, un palacio espectacular y digno de película -buen ejemplo del gótico civil de la zona, declarado además Monumento Nacional en 1925-, torres que decoran los altos fondos de la ciudad, una zona amurallada y fascinantes iglesias. Con esta puesta en escena, los paseos sosegados y cargados de historia están asegurados, así como las sesiones fotográficas que inmortalicen la magia del momento.

Además de una estética bien definida, Olite también ofrece interesantes contenidos. Si buscas un buen vino para sintonizar con la gastronomía del norte de España, en Olite saben de qué hablan: no olvidemos que en Navarra se producen excelentes vinos denominación de origen y, como curiosidad, Olite es el punto vinícola emblemático de la provincia. ¿Que llega la hora de comer? Unos exquisitos pimientos rellenos de bacalao, cordero al chilindrón y unas torrijas de lo más tradicional, por ejemplo, para disfrutar del sabor navarro en todo su esplendor. Un maridaje excepcional.

Cualquier época del año es buena para visitar Olite, pero a los amantes de la temática medieval les recomendamos hacerlo en agosto: durante sus Fiestas Medievales (en 2018 tendrán lugar los días 10, 11 y 12), la ciudad viaja en el tiempo para invitar a lugareños y visitantes a vivir durante unos días en la época de los bufones, los juglares, los artesanos y, como no, ¡de príncipes y princesas!

¿Qué? ¿Preparamos escapada a la mágica Olite?

Foto | VanderWolf Images