Algunos casi olvidados de Compostela

17/09/2018

Santiago de Compostela

Compostela es bella, y única y especial. Su inconfundible ambiente, alegre, peregrino y estudiantil, la convierten en una de esas ciudades en las que en cuanto las pisas te sientes atrapado y a gusto. Hoy la paseamos y la disfrutamos, pero no como meros turistas cuyo primer objetivo es inmortalizarse en la Plaza del Obradoiro y comer bien en su deslumbrante casco histórico, sino como grandes vividores de una ciudad con chispa como Santiago de Compostela.

Ya que mencionamos su casco histórico, vayámonos primero hasta allí. Tras llegar a la Plaza del Toral, apuntemos hacia la derecha hasta llegar a una de tantas calles empedradas, de nombre Rúa Nova, y que si recorremos de arriba a abajo nos llevará hasta la ya mencionada majestuosa Obradoiro. Esta calle tiene mucho encanto: sus soportales, que cobran vida propia con miles de pequeños comercios y cafés, y sus puestos callejeros, harán que la pasees con calma y con mucho disfrute. Como no es la mítica calle del Franco, la afluencia de gente que la recorre es mucho menor y eso también es un punto a su favor. La guindad del pastel de la Rúa Nova es sin duda alguna su Teatro Principal, legendario y auténtico, una de esas joyas de la cultura santiaguesa de todos los tiempos.

Te aconsejamos que subas a las cubiertas de la catedral. Mucha gente obvia esta visita y es una pena. Aquí encontrarás horarios e información adicional. La historia y las vistas que allá arriba descubrirás se merecen tu atención tanto como esa instantánea frente a la Catedral de las Catedrales. Antes de emprender rumbo hacia otra zona de Santiago, tómate un café en la Plaza de la Quintana. La música espontánea de cualquier artista improvisado te acompañará, así como esa inusual paz de este mágico entorno. Si vas con niños, disfrutarás también: tu en tu terraza, apaciblemente sentado, y ellos correteando por la plaza sin que los pierdas de vista. ¡Placeres para todas las edades!

Emprendamos rumbo ahora hacia la zona nueva de la capital gallega. Pero ojo al dato, has de hacer algunas paradas previas. Como, por ejemplo, la parada en el Parque de Santo Domingo de Bonaval, ubicado en pleno barrio de San Pedro. Su acceso te lo da una especie de pasadizo secreto que comparten O Museo do Pobo Galego y el Centro Gallego de Arte Contemporáneo (dos buenas opciones de museos, por cierto, aunque esto seguro ya lo sabes). ¿Qué destacamos de Bonaval? Su espectacular panorámica de la ciudad, su frondoso robledal y sus fuentes de agua potable. Efectivamente, en el mundo de los parques compostelanos, hay vida más allá de la mítica Alameda.

Sin llegar aún al meollo de la parte nueva de Santiago, nos volvemos a desviar para hacer otra parada. En esta ocasión en el Museo de Historia Natural. Ni es el museo más importante de la ciudad ni es el museo más impresionante que jamás haya visto. Pero, es un museo bien válido y que da mucho juego. Es perfecto para ir con niños, sobre todo cuando la lluvia acecha. Sus animales e insectos disecados y sus infinitas colecciones de conchas, rocas y piedras llamarán la atención de grandes y pequeños. Uno de esos museos que muchas veces pasan desapercibidos, sin merecerlo.

Ahora sí. Hemos llegado al centro urbano santiagués. Un centro urbano con mucha vida, y muy cómodo y manejable, al igual que el resto de la ciudad. Virguerías podrás hacer solo con tus pies, sin necesidad ni de coche ni de autobús. ¿Qué calles no os podéis perder? Coged lápiz y papel y anotad: la Plaza de Galicia, y las calles de Montero Ríos, Doctor Teijeiro, General Pardiñas y República del Salvador. Esta última calle llega a una Plaza que podría definirse como el corazón del casco nuevo compostelano. Una plaza llena de cafeterías y terrazas, con fuentes y bancos, buen comercio y una zona de juegos infantiles realmente sorprendente. Efectivamente, estamos hablando de la mismísima Plaza Roja de Santiago. Estar en la zona nueva y no asomarse por aquí sería un error fatal. Solo con sentarte diez minutos en uno de sus bancos de granito y observar, percibirás el buen fluir de esta parte de la ciudad…

Por supuesto que nos quedan muchos sitios mencionables y merecedores de visita en este post. Pero como no pretendemos escribir un libro, hemos concentrado nuestra atención en algunos de esos lugares menos turísticos que muchas veces se pueden llegar a pasar por alto en una ciudad como Santiago de Compostela.

Imágenes: Pepe Martin (Mário José Martins) y Jose Ignacio Soto  | María José C. Lamas