Matisse sigue vivo en Nueva York

07/02/2011

De paseo por la Segunda Avenida en Nueva York, un cartel nos alerta: Matisse sigue vivo en Nueva York. No se trata de un cuadro o de un graffity que nos recuerde su obra. Un local de comida francesa en el Upper East Side lleva su nombre y entra en escena en nuestra visita por la Gran Manzana. Hará las delicias de aquellos en busca de un brunch neoyorkino al estilo francés.

Y es que el pintor, uno de los genios del color, 57 años después de su muerte (1869-1954), mantiene su estrecha relación con  la ciudad de los dólares de una manera muy especial. En vida, su vinculación tuvo connotaciones profesionales de gran importancia.

Si en 1908 conseguía su primera exposición individual en una de las galerías más míticas de Nueva York: la 219, propiedad del fotógrafo Alfred Stieglitz -considerada el primer espacio abierto en Estados Unidos que pensó en la fotografía como un arte-, cinco años después, en 1913, además de participar en la Secesión de Berlín, colaboró con varias obras en el Armory Show (International Exhibition of Modern Art), que marcó la apertura de Estados Unidos al arte moderno.

Recientemente, el MoMa (Museum of Modern Art) dedicó en 2003 una exposición a la complicada relación que siempre mantuvo con otro gran genio: Picasso. Y el pasado año, en julio también en el MoMa se organizó la muestra «Matisse, Radical Invention 1913-1917«.

Hace tan solo dos meses, en noviembre, la casa de subastas Christie’s, también en su sede neoyorkina, batió un nuevo récord al vender la escultura de bronce Nu de dos, 4 état (Desnudo de espaldas) por 48 millones de dólares.

Un poco más cerca para quienes viváis en España, en Granada, la Alhambra acoge, bajo el título «Matisse y la Alhambra» (1910-2010), un recorrido por el viaje del pintor a tierras andaluzas y la fascinación que provocó en él el mundo oriental.

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Foto | dovima_is_devine_II