Cantabria, la escapada perfecta

25/11/2014

Valles de Cantabria

Nos hemos levantado pensando dónde enviarte de escapada ideal. Sabemos que dispones de unos días para perderte por ahí y que quieres organizar unas vacaciones auténticas.

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Eureka, ¡lo tenemos! ¿Qué tal una combinación perfecta? Te proponemos una divertida ruta por Cantabria para así vivir en primera persona todo lo que la provincia te puede ofrecer. ¿Quieres ser el protagonista de esta aventura? Porque viajar a Cantabria es desconectar, es huir del mundanal ruido, es vida rural con encanto y son paisajes de postal. Un destino donde el tiempo que haga no importa, pues cualquier época del año es buena para visitarla. Pasarás de la lluvia al sol, del gris al azul, de nubes esponjosas a cielos despejados y todo con la garantía de que disfrutarás, en cada momento, de su irresistible encanto.

Cantabria asombra por muchas cosas, entre ellas por lo sencillo que resulta organizar rutas para hacer excursiones de una jornada que te permitan, al final del viaje, haber recopilado una visión global de sus increíbles rincones llenos de contrastes. Como Cantabria tiene el tamaño perfecto, te sugerimos un salto de cuatro noches/cinco días a esa maravillosa comunidad autónoma, aunque no olvides que se trata únicamente de un punto de partida, pues menos sabría a poco pero más nunca sobraría.

Entonces que, ¿arrancamos ya?

Ruta 1_ Desde Santander

Bienvenidos a Cantabria.

La capital, Santander, es la encargada de darte la bienvenida, aunque a 30 kilómetros de distancia la ruta te acerca ya a los valles pasiegos, el corazón de Cantabria. Los imprescindibles del día son lugares como Pámanes, Liérganes capital (en cuya parte vieja conviene detenerse y recrearse) o Rubalcaba, fragmentos de un municipio, el de Liérganes, que merece mucha atención. Con apenas 2.000 habitantes, en él todo es pintoresco y genuino y te ayudará saber que su monumento más relevante está en Pámanes y es el museo-palacio de Elsedo.

Ruta 2_Entre el Pas y el Miera

En tierra de pastores y de leyendas.

Toca seguir adentrándose por el interior para recorrer en profundidad los famosos valles del Pas. ¿Quién no ha oído hablar de las Tres Villas Pasiegas? San Pedro del Romeral, Vega de Pas y San Roque de Riomiera son tierra de prados, ejemplos estupendos de la vida más tradicional de Cantabria, de ahí que cualquiera de ellas constituya una excelente parada para degustar un potente y siempre sabroso cocido montañés, acompañado de los famosos postres pasiegos: los sobaos y las quesadas.

Día 3_ Visita al Valle del Liébana

Altas montañas que te harán tocar el cielo.

Le llega el turno a la comarca histórica de Cantabria, que permanece enclavada entre macizos montañosos de gran belleza. Esta es la zona rural por excelencia, que invita a caminar y a disfrutar de rincones como Potes, pasando por el desvío a la iglesia mozárabe de Santa María de Lebeña y con parada en el interesante centro de visitantes de Picos de Europa Sotama.

El bonito pueblo de Potes es nuestra propuesta para comer a gusto (esta vez un cocido lebaniego) y visitar sin prisas. Con el estómago satisfecho, partirás de Potes a Fuente Dé (a 24km), donde te esperará la estación del teleférico que sube al macizo central del Parque Nacional de los Picos de Europa, una actividad de altura que no te puedes perder.

Día 4_ Comarca Saja Nansa

Una jornada de naturaleza imprescindible y pueblos tradicionales.

La ruta por el interior de esta comarca de gran valor ecológico conduce por Cabuérniga y Polaciones, a través de la cuenca de los ríos Nansa y Besaya. La visita a sus valles (que incluye el valle de Cabuérniga) promete paisajes escarpados y la ocasión de explorar la Reserva Nacional del Saja, un espacio natural protegido que pintará de verde tu viaje.

En el camino, además, no deberás dejar de visitar una serie de pueblos ciertamente encantadores, como son Carmona, Tudanca o Bárcena Mayor, declarados conjunto histórico-artístico y cuya arquitectura tradicional brilla con luz propia.

Día 5_ Ruta por la costa occidental

Marismas, arenales y una pizca de Gaudí.

La carretera hasta San Vicente de la Barquera es una maravilla. Allí, querrás pasear tranquilamente por esa población marinera y devorarla al ritmo de un agradable desayuno en cualquiera de las terrazas de su encantador puerto.

La ruta hasta Comillas, que atraviesa el Parque Natural de Oyambre y sus playas vírgenes y salvajes que huelen a surf, será otro fragmento inolvidable de tu escapada perfecta a Cantabria. Y como colofón, una gran sorpresa: la visita al pueblo de Comillas. Su impresionante patrimonio monumental modernista la convierte en una parada imprescindible. De entre todos sus monumentos, quizá el favorito de muchos sea El Capricho, esa magistral vivienda modernista, obra del afamado arquitecto Gaudí, que parece sacada de un cuento de hadas.

Y hasta aquí nuestras sugerencias. Con estas rutas -y la posibilidad de muchas más- en mente, solo te faltará elegir una base de operaciones en cualquiera de los encantadores pueblos de interior de Cantabria para poder empezar a hacer la maleta. La tierra de los montañeses es una joya viajera, por lo que esperamos que esta comunidad histórica te parezca más que nunca EL destino para todos los gustos y momentos. Porque, créenos, ¡son tantos los motivos para volar a Cantabria!

Foto: Marita Acosta