Al trote por Viena

10/12/2015

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Viena, capital de Austria, es una de esas ciudades protagonistas de la Europa más Central. Situada a orillas del Danubio, es famosa por un sinfín de cosas como, por ejemplo, su tremenda carga histórica, su flamante ópera o su exquisita tarta Sacher. Pero hay algo más. Algo que de lo que puede que nunca antes hayas oído hablar. O puede que sí. Su tradición ecuestre. Sus caballos Lipizzanos. Su Escuela Española de Equitación. Señoras y señores, sepan ustedes además, que no estamos frente a una escuela cualquiera. Estamos ante una institución cultural reconocida por la Comisión austríaca de la Unesco y ante la institución ecuestre más antigua del mundo. Fue Maximiliano II quien fundó hace nada más y nada menos que 450 años esta institución. Eso sí, lo hizo importando el material de España: los caballos procedían de nuestra querida Andalucía :).

Ha pasado el tiempo. Y la tradición ecuestre vienesa sigue tan fresca como el primer día. Pese al correr de los años, pese a muchas dificultades, se ha conseguido mantener viva esta pasión en la ciudad. De hecho, el vienés se enorgullece de sus caballos. Esos Lipizzanos tan blancos como danzarines, de elegante porte y maniobras barrocas. Son capaces de ejecutar inimaginables coreografías al son de música clásica. Puede que aquí resida el secreto de su éxito: 350 mil visitantes cada año.

Si andas por Viena y tienes tiempo acércate hasta aquí. Por 14 euros tienes la opción a ver los entrenamientos que caballos y jinetes realizan. Por 16 euros puedes entrar en la escuela y conocer a fondo el mundo del caballo vienés. Y por 50 euros puedes pasear por Viena en carruaje. ¿Qué? ¿Te animas?

Foto | Fotero} else {

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