Granada suena a rock

29/08/2016

Vista de Granada (fotografía de Ronny Siegel)

Granada es una ciudad pequeña, con escudo histórico que dice de ella que es noble, leal, muy nombrada, grande, celebérrima y heroica. Pero además es bella, artística y hasta tiene algo de misteriosa. Y por si esto fuera poco, Granada cuenta con una de las puestas de sol más bellas del mundo. Así se lo pareció al ex-presidente norteamericano Bill Clinton tras disfrutarla desde El Mirador de San Nicolás. Y todavía más, en la capital nazarí hay jardines, fuentes, palacios, y está la maravillosa Alhambra y, en invierno, Sierra Nevada para los amantes de los amantes del esquí. No parece extraño que Granada sea una de las ciudades con más turismo de España. Pero por si no fuera suficiente, en Granada suena el mejor rock nacional.

Granada es indie

Si cuando te dicen planetas lo primero que te viene a la cabeza no es nada relacionado con la astrología sino Super 8, el mítico disco de la banda liderada por Jota; si sabes de niños mutantes, si conoces a Lory Meyers, a la bien querida, y cuando ves a la lagartija Nick no sales corriendo, entonces, y solo entonces, Granada te va a sonar bien, muy bien. Son muchos los que dicen que Granada es un pequeño Seattle del rock independiente en España.

Los pasos musicales tienen que darse en el Barrio del Albayzín, el barrio más auténtico de Granada es también el más indie, aunque antes fue flamenco. El barrio histórico es un laberinto de callejuelas de ambiente popular y casas modestas, pero que muchos músicos han escogido para vivir. A lo lejos se ve la Torre de la Vela, principal bastión defensivo de la Alhambra. Aquí puedes comerte la típica tostada con tomate y pasear junto al cauce del Darro, o llevarte algún vinilo bajo el brazo. En el barrio se encuentran algunas de las tiendas de vinilo que resisten al empuje de las nuevas tecnologías. Puedes encontrar algún “estimulante sonoro”, tal como llaman a la música en Discos Marcapasos, en Calle Duquesa, o en Discos Bora-Bora, en la Plaza de la Universidad. También te puedes hacer con algo de lectura en la librería Subterránea, y ropa de lo más underground en alguna de las muchas tiendas que se encuentran cerca de la Catedral.

Conviene no olvidar que en Granada las tapas son antológicas. Sólo hay que ir hasta la Calle Navas, donde se encuentra uno de los clásicos de Granada, Los Diamantes, para pedirte una caña y unas gambas fritas de obligado cumplimiento; o también puedes ir, donde según los entendidos se ofrece la mejor carne en salsa, una de las tapas típicas de la ciudad, el bar El Peruano. Pero si lo tuyo es algo menos tradicional, entonces el Bar Poe es tu parada, en la calle Verónica de la Magdalena, donde hacen tapas para probar el mundo en pequeños bocados.

Por último, para las tardes, copas y fetiches musicales, como los que se encuentran en El Bar de Eric, propiedad de uno de los baterías que ha pasado por grupos como Los Planetas o Lagartija Nick. Para los más noctámbulos, el Ruido Rosa, es de las barras más ocupadas de la noche de esta Granada indie.

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