Manatí y sus manatíes, dos símbolos naturales de Puerto Rico

22/03/2017

Playa Mar Chiquita Puerto Rico Manati ciapix Shutterstock

Viajar a Puerto Rico siempre garantiza buen clima, diversión sin fin y, sobre todo, unas posibilidades únicas en lo que a turismo de naturaleza se refiere. Y es que resulta llamativo que un archipiélago de sus dimensiones albergue tamaña variedad de ecosistemas y paisajes, ofreciendo desde bahías con impresionantes espectáculos de bioluminiscencia hasta frondosos bosques pluviales, mil y una cascadas y el zipline más largo del mundo, que discurre entre montañas. Hoy abordaremos el máximo exponente de su fauna y el municipio al que da nombre: Manatí y los manatíes, reconocidos desde 2013 como su mamífero nacional y ¡que cuentan hasta con un famoso santuario!

Manatí representa uno de los enclaves más pintorescos de Puerto Rico, visita obligada en toda regla. Fundado a mediados del siglo XVIII y ubicado en el litoral norte, su nombre se debe al número de manatíes que poblaban la desembocadura del Río Grande del Manatí; la presencia del animal y su relación con la zona la observamos en el escudo oficial del municipio y en diversas esculturas y fuentes, que le dedican el merecido homenaje. Como curiosidad, su glorioso pasado cultural le ha valido el sobrenombre de la “Atenas de Puerto Rico”.

Son numerosos sus reclamos turísticos, como los preciosos edificios del centro histórico o las Fiestas Patronales de la Candelaria que se celebran en febrero, pero, sin duda, el principal protagonismo lo acapara la Reserva Natural Hacienda la Esperanza, gran emblema del archipiélago: aquí sentirás como si atravesaras una puerta para viajar hacia atrás en el tiempo, pues aún se mantienen intacta la gran casona de la finca, que actualmente acoge un laboratorio para investigación sobre plantas y aves, y el único molino de vapor que se usa en el mundo para el tratamiento de la caña de azúcar (abajo); una auténtica reliquia. Aprenderás de primera mano cómo eran las labores de producción hace décadas y también la intrahistoria de los antiguos esclavos que trabajaban en la finca.

Hacienda La Esperanza Manatí Puerto Rico Trapiche Cana Azucar-min

Con una extensión de casi nueve kilómetros cuadrados, se trata de la mayor área protegida de la costa noroeste, una maravilla natural que no puede pasar desapercibida. Aquí tendrás la oportunidad de caminar entre extensos bosques costeros, observar la fauna y flora autóctona y las aves migratorias que atraviesan este paraje natural (centenares de especies) y, por supuesto, adentrarte en imponentes playas vírgenes para disfrutar de una sensación de libertad como nunca antes habías sentido. Manglares, dunas y una decena de ecosistemas diferentes rematan una oferta de lo más completa que te acabará reconfortando por dentro y por fuera. ¡Será una experiencia inolvidable!

Y, atención, porque queremos descubrirte otro rincón mágico de Manatí: la célebre Playa Mar Chiquita (imagen principal), un verdadero regalo de la naturaleza. Su particular disposición, abrazada por una línea de rocas, le otorga una personalidad sumamente especial; y es que por una de sus aberturas centrales entra el agua cristalina del océano Atlántico para crear una especie de playa privada en forma de concha. Las panorámicas desde aquí se muestran sencillamente espectaculares.

¿Y sabes lo mejor? Que, dependiendo de la época en la que visites Mar Chiquita, podrás encontrar aguas tranquilas u olas de gran tamaño que rompen contra las rocas creando un interesante espectáculo natural; el contraste es increíble.

Manati Centro Conservacion Puerto Rico Andrea Izzotti Shutterstock

Pero, y a todo esto… ¿qué son los manatíes? Hablamos de un mamífero de gran tamaño, de un característico color grisáceo y que vive repartido entre aguas dulces y saladas de poca profundidad, normalmente en el estuario de los ríos. Los adultos llegan a medir tres metros de largo y a pesar más de media tonelada. Al tratarse de una especie en peligro de extinción, su protección se haya convertido en casi una cuestión de estado.

La bandera de su defensa la encontramos en el Centro de Conservación de Manatíes de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, en Bayamón (a poco más de quince minutos desde la capital San Juan), especializado en el rescate, tratamiento y cuidado de los ejemplares que han sufrido percances o han quedado huérfanos. Su labor es tan importante que incluso se han convertido en referencia y modelo para otros países de la región.

Durante tu visita guiada podrás conocer todos los secretos de estos risueños animales, como la forma en que protegen a sus crías o su singular estilo de vida, las labores de investigación que desarrollan en la actualidad y los trabajos de rehabilitación enfocados a los manatíes que viven allí temporalmente, siempre personalizados para cada ejemplar. ¿Lo más interesante? Que en este centro observarás de primera mano cómo se salva una especie en extinción, experiencia ideal especialmente si viajas con niños. Esta entidad es también la principal promotora del Día de la Conservación del Manatí Caribeño, que se celebra cada 7 de septiembre.

Imágenes | ciapix; Turismo Puerto Rico; Andrea Izzotti.