Hasta el próximo 6 de mayo Secundino Hernández triunfa en la capital británica. Londres es testigo, ¡y por partida doble!, del arte de este jovencísimo pero ya reconocido artista español (Madrid, 1975). Su proyección es tan nacional como internacional y son muchos los galeristas y coleccionistas que se disputan su obra. Ahora esta disputa la ha ganado la Galería Victoria Miro que presenta su exposición «Paso», dividida en dos partes, ambas expuestas en las dos sedes de la citada Galería.
En la sede de Mayfair se puede ver la parte figurativa de Hernández, cuya temática es esa idea de como nuestra identidad se va forjando con el paso del tiempo y de como el ser humano está hecho de «momentos rotos», siendo capaces de caernos y levantarnos sin cesar y las veces que haga falta.
En la sede de Wharf Road se puede ver la parte abstracta del pintor con obras cuyo objetivo principal es el estudio sobre el gesto y las formas, dándole especial importancia al empleo de técnicas innovadoras y poco utilizadas. Quiere ser especial, único y diferente. Parece que lo consigue. Desde luego que cualquiera de las dos partes puede ser un buen plan si andamos por Londres…
Secundino Hernández desprende un inmenso talento. Sus creencias artísticas avalan dicho talento y dice que para él, cuando una obra sale bien implica que ya no ve en dicha obra figuras geométricas, solo ve un baile de figuras geométricas en equilibrio entre lo controlado y lo accidentado. Quizás en ese talentoso equilibrio sea en lo que se hayan fijado Don y Mera Rubell antes de hacerse con su obra. Y es que desde 2013 Secundino forma parte del elenco de artistas cuya obra atesora esta pareja. Hay que puntualizar que antes de que esto sucediese el artista contaba con el apoyo de otros grandes coleccionistas. Y es que su ritmo de trabajo ha sido constante e incesante. Sobre todo tras la exposición colectiva «Mano a mano», en la que estuvo emparejado con Juan Navarro Baldeweg. Este hecho marcó un antes y un después en su trayectoria profesional.
Foto | Sadaigaue