El alma cafetera de Puerto Rico

31/08/2018

Si dejamos el agua a un lado, los datos aseguran que no hay bebida en el mundo más consumida que el café. Que el buen café. Puerto Rico conserva una importante cultura cafetera que se remonta siglos atrás; tanto, que hubo momentos en los que esta pequeña isla llegó a ser uno de los principales productores a nivel global, con varios cientos de haciendas en su haber. Hoy en día no sólo perviven plantaciones de primera calidad en el país, también podemos degustar excelente café gracias a las creaciones de expertos baristas y a establecimientos de diseño que le han otorgado el protagonismo que merece. Porque sí, lo has adivinado: se trata de la esencia gastronómica de Puerto Rico.

Atrás quedaron esos tiempos en los que la industria cafetera copaba buena parte de la economía puertorriqueña, eso es cierto, pero no lo es menos que la tradición y el acervo siguen vivos en la Isla. Muy vivos. Existe en Puerto Rico, por ejemplo, un coqueto Museo del Café ubicado en la ciudad de Ciales, donde se exhiben equipos de diferentes épocas que se usaban para el cultivo y la recolección del grano; también importantes documentos sobre su comercialización durante los últimos dos siglos. O, ya con carácter más actual, una escuela donde podrás convertirte en un avezado barista mientras conoces los secretos mejor guardados del producto. Está ubicada en la capital, San Juan.

Pero la joya de la corona la encontramos, sin duda, en la treintena de haciendas que aún permanecen activas repartidas por la zona interior del país, enclaves que siguen cultivando café bajo los antiguos patrones y con una calidad (eso sí que no ha cambiado) sublime. Más allá de su labor productora, ejercen una importante tarea de difusión y divulgación del patrimonio cafetero en Puerto Rico, una interesante apuesta cultural con la que podrás aprender cómo es el proceso de elaboración que lleva el café de la semilla a la taza. Hoy visitaremos cuatro de estas haciendas para descubrir de primera mano la magia que guarda este emblema nacional.

Hacienda San Pedro*

Ubicada en el pintoresco municipio de Jayuya, entre montañas, son ya cuatro generaciones de la familia Atienza las que han elaborado café de una forma 100% artesanal. ¿Sus características? Matices achocolatados y un aroma que embriaga con toques de romero y salvia, ahí es nada. Las visitas se realizan sábados y domingos y duran alrededor de 45 minutos, tiempo en el que podrás caminar entre cafetales, sorprenderte con la maquinaria antigua expuesta en un pequeño museo y, por supuesto, saborear un exquisito café recién molido en su restaurante.

Hacienda Tres Ángeles*

Dicen los expertos que el municipio de Adjuntas es la capital cafetera de la Isla, una afirmación que corroboramos incluso antes de llegar a la hacienda gracias al intenso aroma que cautiva el ambiente. Tres Ángeles (abajo) es la primera finca agroturística certificada por la Compañía de Turismo de Puerto Rico, un dato que nos pone en preaviso de la maravilla que vamos a encontrar: explicaciones detalladas sobre cómo se cultiva el café, cómo se recoge el grano, el proceso de secado o la clasificación final por tipos, todo ello en una visita guiada de dos horas de duración que tiene lugar cada domingo a las 10 de la mañana.

Hacienda Buena Vista

Fundada a mediados del siglo XIX por el venezolano Salvador Vives (que llegó a ser alcalde de Ponce, municipio en el que se encuentra), es una de las más antiguas de Puerto Rico: hablamos de un entorno espectacular, en plena naturaleza, con una histórica casona y unas máquinas centenarias que han sido restauradas minuciosamente para disfrutar de la tradición cafetera en todo su esplendor. Cuenta, por ejemplo, con una turbina hidráulica única el mundo que ha vuelto a ser sacudida por las aguas del río Canas para deleite del visitante. Puedes elegir tours guiados en español o en inglés, siempre en las mañanas de lunes a jueves; tienen hora y media de duración. Y créeme: disfrutar de un café en la Hacienda Buena Vista, en medio de la plantación, conforma una experiencia de esas que se guardan para siempre en la memoria.

Hacienda El Jibarito

Este complejo agroturístico da un paso más allá al combinar el proceso tradicional de producción cafetera con una experiencia completa en contacto con la naturaleza. Y es que aquí podrás montar a caballo dentro de su bosque ecológico, visitar unas preciosas cascadas o disfrutar de unas panorámicas inmejorables; también alojarte en sus villas de arquitectura colonial. La hacienda está decorada con antiguos artilugios par siembra y recogida del grano, también con fotos de época, y durante la visita tendrás la oportunidad de visitar las siembras de café, conocer los pormenores de esta importante industria en Puerto Rico y, para finalizar, degustar una taza de café recién tostado y molido. Está ubicado en el municipio de San Sebastián, en la zona central de la isla.

*Las haciendas San Pedro y Tres Ángeles son compañías endosadas por la CTPR.

Más información, en la página oficial de Turismo de Puerto Rico.

Imágenes | ©Compañía de Turismo de Puerto Rico