¿Y si Budapest fuera tu mejor opción?

31/07/2019

Aunque el nombre de Budapest está cada vez más presente en la lista soñada de ciudades a visitar de muchas personas, es cierto que esta ciudad sigue siendo un poco desconocida. Su fama de ciudad cautivadora, cosmopolita e interesante aún no se ha hecho eco real a nivel mundial. Y, empero, esta ciudad nada tiene que envidiarle a la mismísima París… por poner un ejemplo.

Con este post veréis que un viaje a Budapest puede resultar igual de prometedor que un viaje a cualquier otra ciudad y os adentraréis en una cultura diferente que tiene mucho que mostrarle al mundo.

Buda y Pest igual a Budapest.

La ciudad está dividida en dos partes delimitadas por el río Danubio. ¿Qué te encuentras en Buda? La parte más antigua y cultural de la ciudad. ¿Qué te encuentras en Pest? La parte moderna de la ciudad, en donde los restaurantes, cafeterías y centros comerciales actualizan a una ciudad con tanto peso histórico.

Frente al euro, aquí el florín manda.

Su moneda oficial es el florín, no obstante, en algunas tiendas turísticas aceptan el pago de determinadas cosas en euros. El florín no es una moneda especialmente cara, por lo que Budapest no figura en la lista de ciudades caras de Europa. Para que os hagáis una idea aproximada, un euro suele equivaler a unos 315 florines. Para conseguir florines no optéis por cambiar euros en el aeropuerto, es la peor opción. Escoged casas de cambio que veréis por la ciudad y mejor, cambiad poca cantidad. Hoy en día, la opción tarjeta de crédito es una buena aliada cuando nos topamos con monedas diferentes a la nuestra.

Viva el húngaro… ¡y el inglés!

En Budapest se habla húngaro, un idioma que poco tiene que ver con el español, ni con el inglés. Es un idioma bastante complejo de aprender. Sin embargo, los húngaros tienen bastante facilidad con eso de los idiomas y el que más y el menos habla inglés. Así que, una vez más, con el inglés al fin del mundo.

Muévete, caminando o en metro.

Como opción A, no hay mejor manera de recorrer una ciudad que callejeando, paseando y pateando. En Budapest sucede lo mismo. Como opción B, el metro puede ser una buena alternativa. Eso sí, ante la ausencia de tornos o de otro método aparente de control, no os confiéis no comprando los tickets pertinentes. Hay más control del que pueda parecer y en cualquier momento la policía os puede pedir los tickets. En caso de no tenerlos, la consecuencia inmediata será una buena multa. Mejor prevenir que lamentar.

Budapest

La mejor época para visitar Budapest.

Seguramente, la mejor época sea esa en la que tú dispones de tiempo libre y de vacaciones para visitarla. Pero no está de más saber que ahora Iberia ofrece 14 vuelos semanales directos y oportunidades así de formidables no hay que dejarlas escapar. Conviene saber que en invierno suele hacer frío, llegando incluso a nevar, y que en verano el calor se apodera de la ciudad. En primavera y en otoño las temperaturas son suaves y apacibles. Si hablamos de congestión de turistas, de momento, tal y como comentábamos al inicio del post, no estamos ante una ciudad con una carga de visitantes tan impresionante como para que las aglomeraciones y colas sean terribles y temibles.

Una media de tres días, ¡suficientes y necesarios!

Para poder disfrutar de una estancia idílica en Budapest, tres días son tan necesarios como suficientes. Con menos días, andarás más a lo loco y sin tiempo de paseos verdaderamente tranquilos. Y con más días, podrás incluso tomarte todo con mucha calma y filosofía y disfrutar de planes tan placenteros como pasar una mañana -o día entero quizás- en uno de sus múltiples y famosos balnearios o sentarte en una cafetería a saborear típica repostería de la zona y ver, simplemente, la vida pasar.

De puente a puente.

Muchos son los puentes que decoran la ciudad. Pero solo uno destaca por encima de los demás. El Puente de las Cadenas impresiona, de lejos, y de cerca. Lo inmortalizarás en la lejanía cientos de veces durante el viaje (especialmente si haces un mini crucero por el Danubio, ¡de noche las vistas son muy atractivas!) pero no te olvides de inmortalizarlo de cerca también… Y, por supuesto, de cruzarlo. Será sin duda uno de esos paseos que se quedarán grabados en tu memoria para siempre. Toma nota: para llegar hasta aquí en metro la parada más cercana es Vörösmarty tér.

¿Dónde están las mejores vistas?

Redoble de tambores para las mejores panorámicas de la capital húngara.

Primer puesto para las vistas que se disfrutan desde el Bastión de los Pescadores. Bienvenidos a uno de los sitios más emblemáticos y encantadores de la capital húngara. Esta fortaleza es quizás uno de los sitios que pueden llegar a presentar mayor gentío. Por eso, visitarlo al anochecer, cuando el bullicio del día parece que llega a su fin, es una excelente idea.

Segundo puesto para las vistas que se alcanzan desde las torres de la Basílica de San Esteban, considerada la catedral de Budapest y el templo religioso más grande del país -podrían llegar a caber en su interior 8.500 personas-. Visto lo visto, motivos no faltan para hacer esta visita.

Tercer puesto para las vistas que se atisban desde la colina de Buda. Para llegar hasta la citada colina tienes tres alternativas: a) subir en funicular, b) subir en autobús y c) subir andando. Por cierto, una vez allí, no te despistes con tanta buena vista, el Castillo de Buda o Castillo Real no se merece pasar desapercibido tampoco.

Fotos: Keith Yahlvrim ertikCarlos Jiménez RuizRamón Cutanda López | Mª José C. Lamas