Las Islas más ecofriendly

24/01/2020

El respeto por el medioambiente es ya una necesidad que se extiende a las maneras en que viajamos.  El eco turismo es la versión sostenible del turismo tradicional. Pisa ya con fuerza en muchos rincones del planeta y, amigos, ser un destino ecofriendly suena bien, y, efectivamente, es bien. Para el planeta y para todos.

Hoy volamos desde aquí a uno de estos destinos: un archipiélago del Océano Pacífico localizado a 1000 kilómetros de Ecuador y a 215 millas de la costa de Brasil. Un lugar formado por un total de 13 islas, proclamado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco allá por 1978. Un conjunto de islas actualmente pertenecientes a Ecuador. Amigos, amigas, ¡bienvenidos a las Islas Galápagos!

Seguramente en cuanto escuchas lo de Galápagos te venga a la mente Darwin o el último ejemplar de tortuga gigante -hoy ya extinta-.

Y es que gracias a la increíble variedad de especies endémicas que habitan en este extraordinario punto del planeta Charles Darwin concluyó su teoría de la evolución por la selección natural. Así fue como en cierto momento de la historia, estas 13 islas de enorme biodiversidad de flora y fauna, se ganaron el nombre de Islas Encantadas.

En este entorno, Solitario George, nombre con el que se conocía mundialmente a la citada tortuga, habitó de manera endémica hasta el final de sus días en la isla Pinta, una de las 13 islas que conforman este archipiélago.

Como decíamos, las Islas Galápagos son, actualmente, un punto de apoyo muy importante para el ecoturismo mundial. El Parque Nacional Galápagos es quien sustenta y organiza todos esos cambios necesarios para que este destino turístico sea considerado destino ecofriendly. Así pues, como turista consciente con el problema medio ambiental actual y como turista con ganas de sumar un grano de arena en el cuidado de nuestro planeta, te invitamos a conocer lo que estas Islas Encantadas nos ofrecen:

  • Naturaleza -e s p e c t a c u l a r- en estado puro. Una buena manera de recorrer toda la zona y de que no se te escape ningún detalle es recorrerla cogiendo un crucero ecofriendly aprobado y certificado por el Parque Nacional Galápagos. ¿Qué particularidades hacen que estos cruceros sean catalogados cómo sostenibles? Pues por ejemplo, sus sistemas de posicionamiento que protegen el fondo del mar, o sus sistemas de tratamiento de aguas residuales, o sus purificadores de agua que ayudan a reducir el consumo de botellas de plástico o sus menús gastronómicos ecológicos.
  • Un ambiente especialmente tranquilo, sin aglomeraciones. Entre otras cosas, esto se debe a los impuestos personales que se les cobra a los turistas y al control que existe en el archipiélago respecto al número de visitantes permitidos cada día. Es un buen modo de evitar no solo aglomeraciones, sino también el deterioro físico de la zona.
  • Este ambiente especialmente tranquilo conlleva por lo mismo a contar con playas paradisíacas muy cuidadas. Como dato, las playas de la isla principal -Isla Isabela- tienen un límite diario de 400 visitantes al día.
  • Posibilidad de interactuar con su gran diversidad animal, tanto terrestre como marina, por medio de actividades bien estudiadas y dirigidas como la observación de animales, el snorkel o el buceo.
  • Recorrer algunas zonas de la Reserva marina de Galápagos. La Reserva Marina de Galápagos es un área protegida desde 1998. Su singularidad y riqueza natural la convierten en un espacio digno de protección. Hay zonas a las que los visitantes solo tendrán acceso en caso de explorarlas con guías acreditados. Otras zonas sí que cuentan con acceso gratuito.

Información importante a tener en cuenta:

  • Al llegar al aeropuerto de Galápagos se inspecciona meticulosamente el equipaje. Está prohibido acceder al archipiélago con plantas y/o alimentos que pudieran llegar a contaminar esta región ecuatoriana.
  • Fumar, pescar, practicar deportes náuticos y alimentar a las especies animales que habitan en las islas está totalmente prohibido.

A pesar de las prohibiciones y normas de las Galápagos, suena apetecible volar hasta allí. Además, todo esfuerzo es bien merecido cuando de cuidar nuestro planeta se trate. ¿Sí o no?

Foto | Leon Brocard