Estrés en la ciudad, disgustos, malos rollos. ¿Una vuelta por el Caribe? Volamos a Panamá, donde los días se estiran como chicles y parecen tener más de 24 horas. Ciudad de Panamá, su capital, se divide en tres partes. Zona 1: Panamá la Vieja, fundada en 1519 y destruida y saqueada en 1671 por el pirata Henry Morgan. Sólo queda la torre de la iglesia y algunos muros. Zona 2: Casco Viejo de Panamá, fundado a finales del siglo XVII. El aire salino da en la cara mientras se visita la catedral, con sus torres blancas, el Arco Chato, el Teatro Nacional y el Palacio de las Garzas, donde vive el presidente. Refrésquese el gañote con un helado en las escalinatas de la Plaza de Francia. Zona 3: la ciudad moderna con rascacielos que de noche parece Nueva York, con las discotecas de sones latinos en la Avenida de Uruguay.
Uno de los atractivos en el célebre Canal de Panamá, una gran obra de ingeniería del siglo XIX, que conecta el Atlántico con el Pacífico. Existe un museo, desde cuya terraza se ven a los grandes cargueros echando humo. Si desea mejores vistas, suba al cerro Ancón y se sentirá un pájaro. Y después, compras tan baratas que se llevará las manos a la cabeza: la avenida Vía España (ropa, joyas y lo que quiera) y el mercado de la Plaza del 5 de mayo (artesanía y los típicos sombreros panameños). ¿Y la costa? Ahora, ahora: San Blas es una playa paradisíaca y la Calzada de Amador un rompeolas a la entrada del Canal, por donde los lugareños pasean en bici, patinan y se besan con el fresco de las olas. Desde este último lugar se puede coger un ferry a la isla de Taboga, en el archipiélago de Las Perlas, que fue elegida por Paul Gauguin para pintar algunos de sus cuadros. Prepárese para tirarse a la bartola. También para el buceo y el marisco recién salido del mar. Lo que ven sus ojos es real, aunque le pueda parecer cosa de otra galaxia.
La comida nacional le resultará igual de exótica: Fu-Fu (sopa de coco, plátano y pescado) y sancocho (cocido con carnes, yuca, maíz, cebolla y ajo, entre otros ingredientes). Pero hay mucho Panamá si se salen de los límites de la capital. Recorra el Parque Natural Metropolitano, una selva donde da miedo perderse y uno se emboba con tanta lianas, hojas y árboles. Adéntrese en los bosques de Darién avistando pájaros y mirando a los ojos de los monos. Duerma en una cabaña en los alrededores de Guadalupe y despiértese con el sonido de los colibríes multicolores. Por desgracia, no podrá llevarse esa alarma natural para casa. Qué se le va a hacer. Es lo que hay.
Datos útiles:
- La mejor época para visitar Panamá es de enero a abril. Febrero, con su carnaval, es un mes muy animado.
- Debido al clima caribeño, se recomienda vestir prendas ligeras de algodón y lino.
- Obligación de vacunas, como la de la fiebre amarilla o la hepatitis A.
- Las monedas en circulación son el balboa y el dólar.
- Iberia ofrece cuatro vuelos directos semana desde Madrid, y vuelos todos los días vía San José. Entra en www.iberia.com para conocer los horarios y comprar tu billete.
Foto | Scott Ableman