¿Harto de que cada Navidad sea un perpetuo déjà vu? Siempre lo mismo cansa: cenas con el cuñado charlatán, con la suegra y sus achaques, regalos que no nos apetece hacer…
Rompa con todo y prepárese para unas vacaciones originales. Le proponemos cinco planes para pasar unas fiestas lejos de todo. Y el nuevo año sí que se sentirá renovado.
- Hay quien se lleva las manos a la cabeza cuando ve que en algunos puntos del planeta pasan la Nochebuena tomando el sol. Si usted es de los que piensa que en diciembre tiene que hacer frío, éste es su destino: el estrecho de Oresund (o Sund, como se conoce en español), que separa Dinamarca y Suecia y conectan el mar Báltico con el mar del Norte. Es una auténtica postal de Navidad. El agua está helada, puede nevar y no se ve a casi ningún ser humano. A un lado está la isla danesa de Selandia, y al otro, la sueca Escania. También se puede aprovechar para visitar Copenhague y Malmo, repletas de historia, adornos, luces y mercadillos.
Para llegar al estrecho Oresund, recomendamos volar a Copenhague o Estocolmo y desde allí, alquilar un coche. Iberia ofrece vuelos directos con estas capitales europeas desde Madrid con una frecuencia diaria.
- Un destino familiar. Esquí, snowboard, trineos, casitas de madera. Los Alpes gustarán casi más a los padres que a los hijos. Saas Fee es un precioso pueblo ubicado en el valle de Saas. Rodeada por las montañas más altas, está a los pies de espectaculares glaciares que la circundan en forma de concha. Por eso es conocida como la Perla de los Alpes. Como no existe tráfico rodado por la localidad, los niños pueden estar a sus anchas. No se cansará de ver las extraordinarias cumbres. Y por la noche, un caldito para reponer fuerzas y estar preparado para progresar a la mañana siguiente con los deportes de nieve.
Saas Fee se encuentra a unos 200 km. de medio de estas ciudades a las que puede volar con Iberia: Milán (hasta 3 vuelos diarios), Zúrich (hasta 3 vuelos cada día) o Ginebra (4 vuelos cada día). Puede alquilar un coche para llegar hasta la estación de esquí.
- Poca gente sabe que San Nicolás, o sea, Papá Noel, era turco. Nació en Patara, la playa más grande y hermosa de la costa de Turquía, con arena dorada, tortugas y ruinas. Era bajito, calvo y moreno. ¿Se le ha caído un mito? Pues esta región del país le desmontará algunos más: Nicolás vivió en la cercana Mira (hoy Demre Kale), donde fue obispo y donde hoy tiene una estatua, y se dedicó a hacer regalos a los pobres. El Ministerio de Cultura turco está ahora empeñado en eliminar la imagen que Coca Cola dio del personaje (influenciada por los países del norte de Europa) y quiere que se conozca la real: un atuendo más mediterráneo, quizá con mitra, pantalón corto y sandalias.
Descubra a este Santa Claus desconocido volando a Turquía con Iberia. Puede viajar a Estambul en uno de nuestros 2 vuelos diarios, para luego recorrer los rincones en los que nació y vivió nuestro héroe navideño.
- Este es un viaje mágico. Nieve y chimenea forman un tándem en Laponia, Finlandia, el hogar de Papá Noel. Tendremos que cumplir con todo el ritual: encender velas al anochecer, montarnos en trineos llevados por huskies siberianos, conducir motonieves, navegar en rompehielos por el Báltico… La ciudad de Turku es el epicentro, pero el poblado de Santa Claus, con sus gnomos, está a las afueras de Rovaniemi. Lo veremos trabajando y hablará con nosotros. ¡Qué nervios!
Para llegar hasta el poblado de Santa Claus, proponemos volar a Helsinki en uno de nuestros vuelos diarios en código compartido con Finnair. Desde allí podrá hacer conexión para volar directamente a Rovaniemi.
- Montar el belén es un clásico de cualquier hogar. ¿Y por qué no comprobar en primera persona cómo son los paisajes reales que imitamos en casa con arena y papel de aluminio? Un viaje a Tierra Santa da para mucho: monte de las Bienaventuranzas (donde tuvo lugar el sermón de la montaña), Iglesia del Primado (donde apareció Jesús después de resucitado), el río Jordán, Caná de Galilea (donde tuvo lugar el primer milagro de Jesús), la Basílica de la Asunción, la carpintería de José y la Fuente de la Virgen en Nazareth, el Monte de los Olivos, el Huerto de Getsemaní, la Basílicas de la Agonía y de la Asunción, el monte Sión, todo en Jerusalén, y las basílicas de la Natividad y del Santo Sepulcro y la Cripta de Santa Elena en Belén. Un viaje iniciático aunque uno no sea católico.
Tel Aviv, capital de Israel, es el punto de partida de este viaje. A tan solo 4 horas y media de Madrid en vuelo directo con Iberia y una frecuencia de 2 cada día, podrá disfrutar de este recorrido típicamente navideño.
Para conseguir los vuelos más baratos, acceda a www.iberia.com, y marque la opción “soy flexible en fechas”.
Foto | Mike Chen aka Metalman
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