Fue un faro de libertad en la España polvorienta de principios del siglo XX. La Residencia de Estudiantes de Madrid abrió en octubre de 1910 y durante este curso, hasta junio de 2011, celebra su centenario con exposiciones, conferencias y otras actividades. Sus artífices quisieron hacer de ella un laboratorio para crear una nueva sociedad con la libertad y la razón como banderas. Y sin que la religión se entrometiera en la educación.
Allí se juntaron figuras de las letras, las ciencias y la pedagogía. Cuatro de los siete Premios Nobel españoles tuvieron relación con la institución: Ramón y Cajal, Severo Ochoa, Juan Ramón Jiménez y Vicente Aleixandre. Su sello editorial publicó el primer libro de Ortega y Gasset, Meditaciones del Quijote. Aquí se celebró el primer cine-forum de España.
A un salto del Paseo de la Castellana y la calle de Serrano se encuentran estos edificios de la Residencia (calle del Pinar, 21-23. Metros Gregorio Marañón y República Argentina). Sobre una colina. En una atmósfera de sosiego. En sus jardines aún se conservan las cuatro adelfas que plantó Juan Ramón y se perciben unas vibraciones especiales. Quizá porque uno siente que éste es un lugar histórico (de hecho, es sitio de Patrimonio Europeo, al igual que la Acrópolis de Atenas).
De 1920 a 1927 fueron los mejores años. Los más importantes, ya que coincidieron Lorca, Dalí, Buñuel, Emilio Prados y Pepín Bello, entre otros. Sobre la relación de amistad intensa que los dos primeros tuvieron en este contexto trata la exposición que hasta el 6 de febrero puede verse en CaixaForum Madrid. Dos genios de todos los tiempos: Dalí era tímido y siempre andaba leyendo a Freud; Lorca entró con 20 años en la Residencia y salió de ella con el Romancero Gitano y Mariana Pineda. Otra de las exposiciones que conmemora este centenario es Viajeros por el conocimiento, en la sede de la Residencia, que rinde un homenaje a los grandes exploradores que a inicios del siglo XX se interesaron por el estudio de las antiguas civilizaciones.
Pero la Residencia no solo fue un foco de talento nacional. Hasta ella llegaron para dictar conferencias personajes históricos como Marie Curie, Albert Einstein, John M. Keynes, Ígor Stravinsky, Filippo Marinetti o Le Corbusier. Nadie se esperaba el futuro trágico: estalló la Guerra Civil, los estudiantes terminaron huyendo y estos edificios se convirtieron en escuela de huérfanos, cuartel y hospital. Durante el Franquismo su luz se apagó y no tuvo actividad. Afortunadamente, en 1986 se reabrió. Desde entonces continúa acogiendo a estudiantes becados con el viejo emblema: libertad y razón.
Foto | Galería de José Bello Lasierra vía Residencia de Estudiantes