Hay quien la llama la América del milenio. El sobrenombre se le queda corto, porque esta metrópolis que simboliza a todas las ciudades latinoamericanas juntas y revueltas toma lo mejor de las culturas yanki e hispana. En Miami (sí, hablamos de Miami, ese sitio que le puso acento raro a Julio Iglesias y Alejandro Sanz) siempre hay risas, diversión, relax y un plan para cada gusto. Bajo su sol y su downtown, uno piensa: ¿y esto no será Ciudad de Panamá? La primera coincidencia con Latinoamérica. Hurgue bajo esa capa y hallará lo que no se imagina. Las calles principales del centro financiero son Brickell Avenue y Flagger Street, donde se quedará embobado con los cochazos y los modelitos de uno y otro sexo. Cerca, en Bayside, está el puerto de la ciudad.
Aquí comienza la esencia de la urbe. La sal, las olas, el mar que forma grandes canales, la obsesión por tomar el sol hasta ponerse como un tizón… En Miami Beach, una isla conectada al resto de la ciudad mediante cuatro autovías, se tendrá que dirigir a South Beach, con sus emblemáticos edificios de colores de estilo art decó. Aparte, enormes rascacielos con apartamentos y hoteles.
Y enfrente, el mar tan claro que parece que está en Cancún. Báñese, nade, observe la soterrada competición por ser el pibón de la playa, juegue al béisbol… Aunque parezca que nadie le mira, todos tienen controlados a todos. Esta es la ciudad donde tu valía se demuestra en la cantidad de fibra que aloja tu cuerpo. En Key Biscayne es donde viven los ricos en sus mansiones cerradas y altivas. Allí hay otra playa, pero ésta más tranquila, y los parques Crandon Park y Bill Baggs Cape Florida State Recreation. Y a un paso encontrará un paraíso bajo el mar: corales de tonos brillantes y peces que parecen saludarle en el Biscayne National Underwater Park. Si no practica el buceo, hágalo aquí. Le encantará.
Siguiendo el olor del dinero, llegamos a Coral Gables, un barrio de clase alta lleno de mansiones, restaurantes, tiendas lujosas y galerías de arte. Todo muy en su sitio y muy bien colocado. Tiene una zona histórica en el área donde se encuentra el Biltmore Hotel, con su torre de 15 pisos que imita (o lo intenta, vaya) a la Giralda de Sevilla. Surrealista y muy del gusto americano. Si queremos aires más terrenales, nada mejor que pasearse por Little Havana, una zona con restaurantes, cafés, tiendas de puros, puestos de artesanías y comidas típicas que nos recuerda a la capital de Cuba. Aquí sí escuchamos música, los pies nos bailan solos y nos hablan castellano con acento caribeño. Fíjese en la cantidad de símbolos anticastristas.
En Coconut Grave, otro barrio, están los bohemios, artistas e intelectuales y uno se los puede encontrar charlando sobre lo divino y lo humano en cualquier terraza. ¿Que le apetece un museo? Tiene varios, pero el más curioso es el Vizcaya Museum and Gardens, con antigüedades de entre los siglos XV y XIX. Que no le dé el bajón por la noche, porque Miami puede presumir de una marcha loca al ritmo de salsa, hip hop latino, dance y techno. Disfrute moviéndose y pase de buscar a los famosos.
Datos útiles:
- Miami tiene más de 4 millones de habitantes con su área metropolitana.
- Clima suave y soleado: rara vez se baja de los 20 grados.
- Como siempre cuando se viaja a Estados Unidos, previamente hay que rellenar un cuestionario vía online para acceder sin problemas como turista al país: https://esta.cbp.dhs.gov.
- Las propinas son voluntarias, pero es costumbre dejar entre un 15 y un 20% de la consumición.
- La moneda es el dólar.
- Iberia ofrece vuelos directos a Miami desde Madrid y Barcelona. Los mejores precios siempre a través de www.iberia.com.
Foto | BryanSereny