El olé pedalea

12/04/2011

A los naranjos se une otro protagonista: la bici. Sí, han leído bien. Sevilla ha pasado de no tener ningún carril bici en 2007 a tener 120 kilómetros. Eso ha cambiado la cara de la ciudad, que se ha convertido en la urbe española con más trayectos diarios a pedales, muchos más que en Barcelona. Y se mueven señoras que van al súper, ejecutivos enchaquetados y estudiantes. Con estos datos, lo primero que hay que hacer es alquilar una bicicleta y redescubrir las leyendas dibujadas en fachadas arabescas, quejíos repentinos y tascas ruidosas.

Sevilla es una ciudad abrumada por su pasado, pero ¿cómo no lo va a estar? ¿Quién tiene un rascacielos medieval como la Giralda? Empecemos por la Plaza Virgen de los Reyes, con los japoneses arrastrando sus cámaras y los coches de caballos turísticos. Levante la vista: ahí está el minarete de la antigua mezquita, que se ubicaba donde hoy se sienta la enorme catedral gótica, el mayor templo cristiano del mundo. En los Reales Alcázares se sentirá como en un sueño: es un conjunto de edificios palaciegos y jardines que mezclan el arte islámico, el mudéjar, el gótico, el renacentista y el barroco. Impresionante. En la misma manzana se encuentra el Archivo de Indias, la institución que durante los siglos XVI-XVIII controlaba todo lo relacionado con las relaciones con América. Hoy, el conjunto de los tres espacios es Patrimonio de la Humanidad.

¿Dónde están las callejuelas? Acceda al Barrio de Santa Cruz, la antigua judería, por una plaza tan simple como bella: el Patio de Banderas. Desprende buen karma. Caminando entre fachadas blancas y ocres se llegará a los exuberantes y andaluces Jardines de Murillo. A tres pasos está la Fábrica de Tabacos, donde trabajaba la Carmen de Merimé. Hoy es el rectorado de la Universidad. El Parque de María Luisa es un bosque de estilo inglés con estatuas y bancos de azulejos. No se pueden perder la famosa Plaza de España, legado vivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, y la Plaza de América, con niños y palomas.

El Guadalquivir espera con la Torre del Oro, la Plaza de Toros de la Maestranza y el barrio de Triana, que guarda las esencias del flamenco y del buen tapeo. Este post no tiene espacio para reseñar todo lo que se puede hacer en Sevilla. Haremos un esbozo. Pasee por las plazas Nueva y de San Francisco. Tome vino y cervezas en las del Pan y del Salvador. Admírese con algunos de los puentes que se construyeron con la Expo del 92 (sobre todo, el de la Barqueta y el Alamillo). Sienta el fervor del barrio de la Macarena, con su Plaza de San Gil, sus murallas y el Hospital de las Cinco Llagas, hoy Parlamento de Andalucía. Siéntase importante en la Casa de Pilatos, uno de los mejores ejemplos de los palacetes sevillanos del siglo XVI. Las obras de Metropol Parasol ya han finalizado por lo que podrá disfrutar de una enorme construcción posmoderna que ha causado controversia en la Plaza de la Encarnación. Encuéntrese con el arte en el Museo de Bellas Artes, la segunda pinacoteca más importante de España después de El Prado, con muchas obras de Murillo. Salga por la noche por los aledaños de la Alameda de Hércules, punto de encuentro de modernos y bohemios. Después de todo esto, se irá de Sevilla pensando que apenas la conoce.

Datos útiles:

  • Sevilla tiene cerca de 700.000 habitantes y es la cuarta ciudad española.
  • Los inviernos son como los de ciudades mediterráneas, menos fríos que en la meseta, y los veranos extremadamente calurosos.
  • Iberia ofrece hasta 5 vuelos a Sevilla desde Madrid cada día. Los mejores precios siempre en www.iberia.com.

Foto | Saulo Alvarado

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