Pasear por sus calles es como meterse dentro de un cuento de hadas. Dubrovnik, la llamada perla del Adriático, parece sacada de la fantasía. Pero aquí nada es cartón-piedra. Toque y mire, que está vivita y coleando. Un milagro si tenemos en cuenta los bombardeos que tuvo que soportar durante la década de 1990 con la guerra de los Balcanes. La ciudad ha dejado atrás su negro pasado y ha resurgido llena de turistas de nivel y gente guapa de todos los lugares del mundo que se agolpa en sus terrazas y que toma el sol en sus playas.
Uno de los arenales más famosos está a 15 minutos en barco, en la ciudad de Lokrum, ubicada en una pequeña isla. Paraíso nudista, libre y lugar donde se encuentran sin proponérselo la fauna humana menos convencional. Primer momento foto. Si decide quedarse en tierra, sepa que la mejor hora para visitar las murallas es las nueve de la mañana, momento de la apertura, que es cuando están casi vacías. Recórralas con tranquilidad mientras Dubrovnik se despereza. No pierda detalle de las vistas de los callejones y los tejados anaranjados e imagínese este escenario en el pasado, lleno de venecianos, turcos o con la presencia de Napoleón. La Puerta de Pile es la principal entrada a la ciudad. De repente, aparece la Fuente de Onofrio. Momento foto. La Placa o Stradum es la calle principal, enlosada con un mármol que ya quisiéramos más de uno para nuestra casa. Aquí se erigen la Torre del Reloj y la Columna de Orlando. Otro momento foto. La iglesia de San Blas, el Palacio del Gobernador y la barroca catedral de la Asunción de la Virgen no hacen más que corroborar que Dubrovnik es una ciudad-museo.
Siempre hay música por las calles. Siempre hay mucha gente paseando. Siempre hay muchos bares llenos de jóvenes. Un lugar ideal para tomar un café es el Festival Café, un magnífico mirador para contemplar la frenética actividad de la calle Stradum. Junto al mercado hay numerosas tascas y restaurantes donde poder degustar un fresquísimo pescado del Adriático. Mucho ojo, porque hay sitios que se pasan. Para evitar sorpresas en el bolsillo, consulte siempre los menús de fuera. El Palacio Sponza organiza conciertos y es la mejor manera de contemplar su arquitectura, mezcla de Renacimiento y Gótico. Las noches son más que animadas y puede encontrar desde bares con jam sessions hasta discotecas donde se baila y se bebe como si no fuera a existir un mañana. Este desenfreno se merece el último momento foto.
Datos útiles:
- Dubrovnik tiene casi 45.000 habitantes, por lo que es muy manejable.
- El clima es mediterráneo, con inviernos suaves y veranos calurosos.
- La moneda oficial es la kuna croata.
- Iberia ofrece 4 vuelos a Dubrovnik desde Madrid cada semana en la temporada de verano. Los mejores precios, en www.iberia.com.
Foto | Txanny