Ovetense de nacimiento y madrileña de adopción, Eugenia Rico es una bibliófila empedernida y una viajera irredenta. No en vano, entre los numerosos galardones literarios que adornan su currículo figura el Premio Espiritualidad 2005 por En el país de las vacas sin ojos, nacido de un intenso viaje por la India.
- Usted es una apasionada de viajar. Tanto, que en su última obra viaja en el tiempo… El relato transcurre en dos épocas, en la actualidad y en el siglo XVII. Ambos planos están unidos por la historia de una mujer quemada por bruja hace 400 años y que, hoy día, es tenida por santa.
- ¿Por qué considera que su obra ha tenido tan buena acogida en Alemania? Pienso que cuando un libro tiene éxito es porque refleja algo del inconsciente colectivo.
- ¿Dedicarse a la literatura es una locura? Un poco sí. Pero si un lector compra un libro mío, está contribuyendo a que siga publicando, no a que siga escribiendo. Escribiré siempre, pase lo que pase. Es un virus.
- Cuando viaja, ¿qué es lo que no puede faltar en su maleta? Creo que solo hay tres cosas imprescindibles: libros, una tarjeta de crédito y el pasaporte. Pero, sobre todo, libros. Son la mejor medicina.
- ¿Cuándo echó de menos no tener un libro a mano? Estuve seis meses viajando en transporte público por África, a veces en condiciones terribles, y sufrí porque no llevaba suficientes libros para tanto tiempo. Y no era fácil conseguir nuevos. Llegué a aprenderme de memoria los que tenía.
- ¿Se le da bien hacer la maleta? Llevo lo mínimo y siempre pienso que me sobra peso. En realidad sucede como en la vida, cuando llevas mucho peso es por inseguridad. No sabes qué te vas a encontrar, qué clima hará…
- Cuando llega a su destino, ¿qué es lo primero que le atrapa? El olor. Siempre recuerdo el impacto al llegar a la India. El olor a fruta madura, a podrido, a especies, a azafrán, a hierro… Y después, las miradas de la gente.
Up close and personal. A pesar de estudiar Derecho y Relaciones Internacionales, desde niña supe que me dedicaría a la literatura. Mi última novela, Aunque seamos malditas, ha vendido más de 200.000 ejemplares en Alemania. Siempre que salgo de casa llevo un libro conmigo.
Foto | EugeniaRico.com
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