Los enormes rascacielos parecen querer proteger los tesoros históricos de Caracas. Esta ciudad que sube y baja, de montañas y valles, de autopistas y casas precarias que trepan por las laderas, no hace sospechar a primera vista su pasado colonial. Al centro se le llama El Silencio (¿existe un nombre más evocador?) y en sus calles uno vuelve a la época del libertador Simón Bolívar, convertido en héroe nacional. Sale constantemente en las conversaciones de los venezolanos, aparece en forma de estatuas por las calles y toma protagonismo en los principales monumentos. Incluso está presente en el nombre del país: República Bolivariana de Venezuela y en su moneda, llamada Bolívar. Aquí Bolívar es lo más.
Empecemos nuestra ruta por la plaza que lleva su nombre y que desde siempre ha sido testigo de ejecuciones, conciertos, ferias, teatros y corridas de toros. Hoy es un apacible jardín donde da el fresco. En medio, una escultura del héroe. Su casa natal contiene muebles y objetos de la época, así como obras del famoso pintor venezolano Tito Salas que plasman momentos memorables de la vida del libertador. En el Museo Bolívar se exhibe una colección de documentos, armas, ropa y retratos. Aprendida parte de la historia venezolana, vayamos a por más.
Visitemos la Casa Amarilla, uno de los edificios coloniales más antiguos que fue cárcel real, residencia presidencial y hoy sede del Ministerio de Relaciones Exteriores. Cerca queda el Paseo Patrimonial, con su enorme Capitolio. Enfrente está el Palacio de las Academias, un antiguo convento donde brilla el estilo neogótico. En el Panteón Nacional están enterrados los personajes venezolanos más insignes (sí, lo ha acertado, también Bolívar). Nos queda visitar la catedral barroca, de un blanco nuclear, el Teatro Nacional, el Palacio de Miraflores y la Iglesia de San Francisco, donde se le entregó a Bolívar el título de libertador.
¿Cansado de tanta adoración al mismo hombre? Relájese en la Plaza de Francia y en el Paseo Independencia, construido en el siglo XIX por unos paisajistas franceses. Disfrute de su arco triunfal, las placitas y sus fuentes. Visite el Jardín Botánico y alguno de los museos, como el de Bellas Artes o el Museo de Arte Contemporáneo Sofía Imber. Aproveche la caída de la tarde para caminar por el Bulevar de Sabana Grande y Las Mercedes, dos zonas repletas de tiendas, restaurantes, bares y discotecas. No deje de probar el pabellón criollo, plato nacional a base de arroz, carne, frijoles negros y plátano frito. Y luego un cóctel en alguna terraza, siempre llenas de gente guapa. Ay, si Bolívar levantara la cabeza…
Datos útiles:
- Caracas tiene 4 millones de habitantes.
- Cuenta con uno de los mejores y más estables climas del Caribe, con una temperatura constante de unos 23 grados.
- La moneda es el bolívar.
- Tiene fama de dura y peligrosa, aunque en los últimos años ha mejorado considerablemente su seguridad. No obstante, evite zonas no turísticas y esté siempre pendiente de sus pertenencias.
- Iberia ofrece tres vuelos a Venezuela cada semana desde Madrid y cómodas conexiones desde el resto de la red.
Foto | Ruurmo
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