Es un producto milenario. Los griegos lo llamaban “regalo de los dioses” y hoy sigue siendo objeto de alabanzas. El queso lo tiene todo: nunca pasa de moda, tiene incontables y riquísimos tipos, se conserva bien y su aportación a la salud proviene de la grasa, las proteínas, el calcio y el fósforo. El otoño es una buena época para recorrer España tras el rastro de este producto. Aquí va una lista con algunos de los más afamados:
- Manchego. Es algo así como el emblema de España. Se elabora a partir de la leche de oveja manchega. Su sabor es ligeramente picante, ácido y salado. Es un camaleónico: sirve lo mismo para un aperitivo con vino tinto que para poner el toque final a un plato.
- Torta del Casar. Es una pasta con un estado de cremosidad perfecto. Su aroma es intenso y su gusto amargo y sin acidez. Típico de Extremadura, está elaborado con leche cruda de oveja coagulada y cuajo vegetal de cardo. Cuidado: es adictivo.
- Cabrales. Otro de los líderes con innumerables fans. Es el mejor de todos los quesos azules de España. Se elabora con leche de vaca, cabra y oveja y luego tiene que madurar en las cuevas de los Picos de Europa para que aflore el hongo. Inconfundible esa pasta semiblanda, de olor y sabor fuertes y final picante.
- Payoyo. Los queso-adictos lo aman y es uno de los más cotizados, aunque para el resto de la población sea desconocido. Se elabora con leche de oveja de raza payoya, autóctona de la Sierra de Grazalema (Cádiz) y la Serranía de Ronda (Málaga). Sabor intenso, graso y con un toque picante.
- Tetilla. Su peculiar forma de seno esconde un sabor suave y una textura muy tierna. Elaborado con leche de vaca y cuajo natural.
- Mahón. Su forma es cuadrada y existen varias tipologías, desde el tierno hasta el añejo. Pasta prensada no cocida procedente de la leche de vaca. Es menos compacto que otros: sus escamas son su seña de identidad. Olor intenso y final salado y picante.
- Idiazábal. Todo un señor vasco. Los mejores son los que no tienen etiquetas de marcas hechos por los pastores con leche de oveja de raza latxa. Es mantecoso, levemente picante y ácido. Se puede presentar ahumado o sin ahumar.
- Majorero. Contiene tres sabores: ácido, dulce y salado. Cuando uno lo prueba, nota la grasa en el paladar. Realizado con leche cruda de cabra majorera de la isla de Fuerteventura.
¡Esperamos completar la lista con vuestras recomendaciones! 🙂
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