Es más que una historia sobre leones en la sabana africana. El Rey León, la película de Disney estrenada en 1994, habla sobre la amistad, la familia, la reconciliación… Es una fábula sobre la vuelta al hogar que se convirtió en todo un éxito. En 1997 se estrenó en Nueva York el musical basado en el filme y desde entonces sigue representándose con el cartel casi a diario de “No hay entradas”. Es uno de los mayores fenómenos en la historia de los musicales de Broadway y el 21 de octubre se estrena en el Teatro Lope de Vega de la Gran Vía de Madrid. Quien ha visto el espectáculo cuenta que incluso supera a la película. ¿Y por qué? Ahí va una de sus críticas: “Si usted es adulto, volverá a tener cuatro años y sentirá la misma emoción de la primera vez que le llevaron al circo. Si acude acompañado por un niño, tenga por seguro que se enamorará sin remedio del teatro para el resto de su vida”. Más de 50 millones de personas lo han visto en todo el mundo, en países como Holanda, Japón, Reino Unido, Australia, China, Alemania, Francia y Sudáfrica.
Con estas credenciales se presenta Simba en la capital española. El productor de la versión original, Thomas Schumacher, ha advertido que la versión española será exactamente igual, desde los disfraces y la iluminación hasta la vegetación o el sol saliendo por el horizonte de la sabana. La música es de Elton John, Tim Rice y otros músicos, entre ellos africanos. El dramaturgo Jordi Galceran, con experiencia en la traducción y adaptación de producciones como El método Grönholm, ha sido el encargado de trasladar toda la magia al castellano desde el inglés.
El reparto de la versión española de El Rey León será internacional. La mayoría de los actores y cantantes son latinoamericanos y de origen africano. Todos llevarán disfraces-marionetas enganchados al cuerpo a través de un juego de alambres, hilos, cintas flexibles y cañas de bambú. La razón: que puedan expresarse con el cuerpo y el rostro, ya que un disfraz común limitaría los movimientos y la manera en que se muestran los sentimientos. Con su sorprendente y colorida puesta en escena, el musical transporta al espectador al exotismo africano. ¿Se rendirá España también a Simba?
Foto | JuanmaDíaz
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