Trasladémonos por un momento al año 1946. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Iberia abre su primera ruta trasatlántica con vuelos entre Madrid y Buenos Aires. Si hoy en día esta ruta sigue siendo larga, en aquel entonces lo era mucho más. Así, se hizo necesario que los pasajeros fueran acompañados por otra persona que atendiera algunas de sus necesidades durante el vuelo. Aunque inicialmente se pensó que esta ayuda se daría fundamentalmente a mujeres y niños, la realidad acabó siendo otra bien diferente y todos los pasajeros recibieron y reciben esta ayuda. Esa nueva figura sería bautizada con el nombre de azafata. Y desde el primer momento se creyó oportuno que estas azafatas fueran distinguidas gracias al uniforme.
Como decíamos, en 1946, el mundo entero venía saliendo de una gran guerra, y eso marcaba la situación social de prácticamente todos los países. A pesar de que la luz comenzaba a verse de nuevo, no era momento de excesos. De ahí que el primer uniforme de Iberia careciera de imaginación y lujos: estilo propiamente militar, de color blanco para el verano y de color azul marino para el invierno. Estaba hecho con resistente tela de paracaídas. Constaba de una sahariana con cinturón y cuatro bolsillos de fuelle (al poco tiempo, tanto el cinturón como los bolsillos desaparecieron, lejos de ser prácticos, incomodaban enormemente a las azafatas en las labores de atención al pasajero), dos en el pecho y dos en los laterales; y de un gorro tipo sorche o sombrero de dos picos.
Sin duda alguna, este uniforme, junto con la figura de la azafata (primera de la historia aeronaútica de España) marcarían un antes y un después en la historia de la aviación española.
Ese mismo año, el diseñador francés Louis Reard presenta el bikini. Un escueto bañador, tachado en aquel momento de inmoral, con muy pocos seguidores. En España su uso estuvo vetado durante muchos años. Con el tiempo, se asimiló el concepto y hoy en día goza de una popularidad infinita en todo el mundo. Su nombre surgió por el Atolón Bikini, uno de los muchos arrecifes de las islas Marshall en el Pacífico central, utilizado por los Estados Unidos como lugar de pruebas de sus bombas nucleares. Está claro, ambas cosas eran igual de revolucionarias…
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