Historia holandesa y agua

12/03/2012

¿Quieres saber cómo se vivían antaño las tormentas o batallas a bordo de un barco? ¿Quieres participar en una regata sin tener que mojarte? ¿Quieres sufrir un torpedo sin correr riesgos verdaderos?

Por increíble que parezca ahora puedes experimentar todo esto en el Museo Marítimo Nacional de Amsterdam. Situado al este de Ámsterdam, en el barrio Plantage, reabrió sus puertas -tras una considerable reforma- el otoño pasado con grandes y atractivas novedades. Cuenta con 11 exposiciones permanentes que se cobijan bajo la estructura de un edificio del siglo de Oro, construido en 1656, depósito de la flota naval de Ámsterdam en su momento. La esencia del museo transmite la importancia que tiene la cultura del mar en los Países Bajos: la navegación y el desarrollo económico siempre han ido de la mano, no en vano, su intensa actividad portuaria fue, es y será una de las fuentes de ingresos más importantes del país. La relación de Ámsterdam con el agua no se limita a sus famosos canales.

Con esta reforma, el Museo deja de ser un mero expositor de muestras, siendo sus presentaciones innovadoras e interactivas. No solo podremos experimentar las sensaciones antes mencionadas, sino que también conoceremos cómo los marineros holandeses (grandes conocedores del mar desde siempre) se guiaban por las estrellas o como eran construídos los barcos y embarcaciones. Además se pueden contemplar interesantes fotografías al respecto, y gráficos y dibujos didácticos que nos ayudarán a asimilar este recorrido por 500 años de historia.

La entrada general al museo cuesta 15 euros, aunque los menores de 17 años pagan la mitad. Abre todos los días de la semana, de 9 de la mañana a 5 de la tarde.

Foto | xxjcaxx

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