Iberia y sus uniformes: capítulo cinco

10/04/2012

Ya lo dijimos, en 1977 Elio Berhanyer volvió a ser el encargado de diseñar y renovar los uniformes de las azafatas de Iberia. Y así, hasta 1983, la imagen de Iberia en las azafatas de vuelo impresionó con un nuevo color: el beige tostado. Elio volvió a apostar por un color tradicional y elegante a la vez. Atemporal y fácil de lucir en cualquier rincón del mundo y en cualquier estación del año. Cabe aclarar que esta variación solo afectó a las azafatas de vuelo. Las de tierra mantuvieron el uniforme azul, con el único cambio de sumar a tal uniforme un impermeable y uns botas de agua para el personal que debiera trabajar a la intemperie.

Entonces, el traje de falda, chaqueta y blusa sigue siendo el rey. Los complementos, botas, zapatos, bolsos, fulares, guantes y medias, mantienen su importancia de igual manera. Siguen siendo accesorios adaptables según la época del año y el momento del vuelo. Se introduce el cárdigan de lana, práctico en todo momento, y la sobrefalda se mantiene. En esta ocasión será de seda estampada, complementándose a las mil maravillas con la camisa, dicho conjunto parece un vestido camisero. Será utilizado por el personal de a bordo en los vuelos nacionales. Para los vuelos intercontinentales, Elio diseña una bata beige ribeteada con pasamanería en los nuevos colores corporativos: amarillo, mostaza y rojo. El abrigo se mantiene exactamente igual, y la chaqueta, aunque sigue su línea clásica, se le da un toque mucho más fresco y juvenil al suprimirle el cuello y la botonadura de metal -pasando a predominar un nuevo sistema plastificado, más discreto y, si cabe, más elegante-.

Elio Berhanyer (…): Tras su genial despegue de la mano de Joaquín Rodríguez, empezó a realizar trabajos cada vez más sofisticados. Así, diseña la mitad de una colección de una nueva boutique en Madrid y decora los escaparates de Elizabeth Arden en la Plaza de la Independencia. Su fama empezó a subir como la espuma y de cuando en cuando le llegaban clientes de otros grandes modistos como Balenciaga. Entre estos clientes podemos mencionar a la entonces princesa Sofía. La relación de la hoy reina de España y el modisto cordobés era tal que en el primer libro autobiográfico de la reina, Elio escribe una página en su honor, donde habla del equilibrio de su gusto y de su coherente y elegante manera de vestir… Continuará…

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