Llegan los locos ochentas, pero no por ello Iberia cambia a su diseñador de cabecera. Berhanyer empieza el año 83 con un nuevo diseño que se mantendrá hasta el 89. Un diseño que marcará de por vida las señas de identidad, no solo de Iberia, sino también de España. Mezclaba lo clásico con lo moderno, lo desenfadado con lo serio, sin dejar de lado la elegancia y luminosidad con las que siempre se caracterizaron todos sus modelos. Una vez más, el color azul volvía a ser el rey, eso sí, un azul totalmente innovador, nada que ver con el respetuoso azul marino de antaño. Se trataba de un radiante azul Canarias, combinado con el rojo y el amarillo, mezcla española al cien por cien.
El blazier era la pieza clave de este uniforme. Conjuntado con falda tableada por delante y recta por detrás, diseño ochentero por excelencia. Los accesorios seguían siendo los mismos (bolso, pañuelo, gorro) y se adaptaron al nuevo diseño. Las chaquetas y los abrigos adquirieron un aire diferente gracias a sus estampados interiores de seda rayada en tonos rojos, azules y mostazas.
El uniforme de las azafatas de tierra intentaba ir más en consonancia con el de las azafatas de vuelo que en anteriores ocasiones. En este momento la compañía consideró más importante que nunca dar una imagen lo más homogénea posible en todos los aspectos. Así pues, tan solo variaban el tono del azul: los uniformes de tierra tendrían un azul aturquesado, en vez del mítico azul Canarias.
Elio Berhanyer (…). Los años 80 invaden la carrera profesional de Berhanyer de encargos de uniformes para distintas compañías y eventos: los de la Compañía Transmediterránea y los de los crupieres del Casino de Madrid, los de las azafatas del Campeonato Mundial de Fútbol en Esapaña y del personal femenino de IFEMA; y los del Grupo-45 de las Fuerzas Aéreas Españolas, encargo directo de S.M. Juan Carlos I. De esta manera su nombre vibra con más fuerza que nunca en el mundo de la moda nacional e internacional y alcanza los noventa con el nombramiento de miembro de honor de la Cámara de la Moda Iberoamericana en Miami. Y así comienza a despuntar y en 1994 se presenta por primera vez en la Pasarela Cibeles, y hasta la fecha, siendo su veteranía, elegancia y caracterísitico estilo personal, sus bazas más importantes en las semanas de la moda madrileñas actuales.
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