Te invito a un café

21/05/2012

Cuando viajamos solemos hacer una lista con los imprescindibles qué ver en una ciudad. En esa lista todo cabe, desde museos a parques, pasando por monumentos o iglesias. Sin embargo en esta lista muchas veces se nos pasa por alto incluir algo tan sencillo como un café. Y es obvio que no estoy hablando de la bebida, sino del lugar. Todas las ciudades cuentan con miles de cafés o lo que es lo mismo, cafeterías, bares, tabernas… pero suele haber algunos emblemáticos y otros no. Y esos emblemáticos, son los que deberían formar parte de esa lista. Contribuyendo a la causa, aquí van algunos de los cafés europeos más importantes:

  • Caffe Florian. Venecia. Situado en plena plaza de San Marcos, es el café más antiguo de Italia. En él podrás deleitarte con cafés, tés, pastelitos… mientras escuchas música de su propia orquesta en la plaza o en uno de sus elegantes salones. Trasladándote en el tiempo puedes imaginar a Charles Dickens, Lord Byron o Marcel Proust allí sentados, inspirándose para alguna de sus obras.
  • Hotel Metropole. Bruselas. Está considerado el hotel más elegante de Europa. Su exquisita decoración tiene la culpa. Su café, el Bar 31 sigue las mismas pautas que su imperial lobby o sus lujosas suites: una renovada decoración al más puro estilo de finales del siglo XIX. Puedes disfrutar de un rico cóctel al ritmo de su piano las noches de los jueves y viernes, al igual que un su día lo hicieron celebridades como John F. Kennedy o Sarah Bernhardt.
  • Café Hawelka. Viena. Su nombre se debe a su fundador, Leopold Hawelka, quien abrió este café en 1939. En los años 50 consiguió que fuera el punto de encuentro de numerosos escritores y críticos. De hecho, aún hoy en día podemos decir que es uno de esos cafés literarios y artísiticos que sobreviven al paso de los años. Aunque mantiene la decoración y la atmósfera de antaño es un lugar muy acogedor donde pasar un rato tranquilo.
  • Café de Flore. París. Es sin duda alguna uno de los favoritos de los más famosos. Tina Turner, Kate Moss, Ralph Lauren, Picasso, Truman Capote, Ernest Hemingway… son solo algunos ejemplos de las celebridades que han pasado por este local parisino con esencia permanente a Simone de Beauvoir, Sartre o Camus. Situado en pleno Boulevard Saint-Germain, esquina con la calle Saint-Benoît, es un lugar lleno de encanto.
  • Café de Paris. Roma. Desde que Fellini plasmara la realidad de este local italiano -Via Veneto, 90- en su película La Dolce Vita (1960) mucho ha llovido. A pesar de que en la actualidad pertenece a una famosa cadena hostelera italiana, que lo ha transformado por completo, perdiendo la esencia inicial que tan bien interpretó Marcelo Mastroianni en la citada cinta, sigue siendo un lugar muy particular e interesante, digno de una visita.
  • Café Gijón. Madrid. Son muchos los escritores españoles que han pasado horas de tertulias en las mesas del mítico Gijón: Cela, Buero Vallejo, Antonio Gala, Jardiel Poncela o Gerardo Diego son solo algunos ejemplos. Actualmente sigue siendo un punto de referencia en la capital española para miles de artistas (y esperemos que siga siendo así por mucho tiempo). Parece que el tiempo no pasa por este café, a pesar de contar con la friolera de 124 años de vida (fue fundado en 1888 por Gumersindo Gómez). Además, su situación privilegiada –Paseo de Recoletos, rodeado de museos como el de Cera o el Thyssen– hace que sea un lugar de fácil acceso para cualquier turista.

¿Te hace un café?

Foto | DarkB4Dawn

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