La llaman la isla de la eterna primavera. Es Tenerife, uno de los destinos turísticos más solicitados cuando españoles de la península y europeos muertos de frío quieren poner un poco de calor en sus corazones. Aquí no se aburre nadie. Sorprende la gran cantidad de contrastes: playas, barrancos, acantilados, campos de plataneros, bosques… La naturaleza nos abraza en el Teide, el pico más alto de España, que además es un volcán dormido desde 1798. Allí nos emocionaremos con los conos, la lava y plantas con el elegante tajinaste rojo. La emoción continúa en la Cueva del Viento Sobrado, un enorme tubo volcánico cuyos pasadizos, simas y terrazas se pueden explorar. Es como un viaje al centro de la tierra. Pero aún existen más entornos naturales. Les recomendaremos dos más: el Barranco del Infierno, en el sur de la isla, donde sentiremos una alegría especial con esas cascadas tan estéticas y elegantes, y la Reserva Pinolere, con sus paisajes verdes y sus canales de agua en el norteño Valle de la Orotava.
Con esta ración de naturaleza, uno ya se ha quitado el estrés. Entraremos en conexión con nuestro yo interior en las playas de Tenerife. En el sur encontramos la de las Galletas (casi virgen y de arena oscura), la de los Cristianos (famosa por el Carnaval y por su puerto, donde se puede tomar un ferry a las islas de La Palma, La Gomera y El Hierro), la de El Cabezo (ideal para practicar surf) y las de Médano y La Tejita (con la fantástica Reserva Natural de Montaña Roja y donde las cometas colorean el cielo). ¿Que se ha quedado con ganas de más? Ningún problema. En el extremo norte de la isla se puede disfrutar del Acantilado de los Gigantes (con sus ballenas calderones) y las playas del Ancón, de los Patos, de Bollullo, de Castro y de la Gargañona, todas salvajes y de naturaleza volcánica.
Uno no se puede ir de esta isla tentadora sin visitar algunas de sus ciudades. La Orotava es famosa por su Casa de los Balcones, sus edificios nobles, sus calles con flores, su Mirador de Humboldt y sus Jardines de la Quinta Roja. La arquitectura más impresionante puede contemplarse en San Cristóbal de La Laguna, cuya parte vieja es Patrimonio de la Unesco. Aquí no hay que perderse sus casas palaciegas, su Catedral y sus iglesias. En Santa Cruz de Tenerife el ambiente es siempre animado. Tendrá que esquivar a la gente junto al mar, cuando admire el enorme auditorio de Santiago Calatrava, el Parque de César Manrique o la Plaza de España.
Datos útiles:
- Tenerife es la isla más grande del archipiélago canario y la más poblada de España, con algo más de 900.000 habitantes.
- El clima es moderado y suave en cualquier época del año gracias a los vientos alisios y la corriente marina fría de Canarias. La temperatura media es de 18 grados en invierno y 25 en verano.
- Iberia ofrece cada día vuelos directos a Tenerife desde Madrid y cómodas conexiones desde el resto de la red.
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