Mouchos, coruxas, sapos e bruxas.
Demos, trasgos e diaños, espiritos das nevoadas veigas.
Corvos, pintigas e meigas, feitizos das manciñeiras (…)
Estas son las tres primeras líneas del popular conjuro gallego que acompaña el ritual de la Queimada. ¿La Queimada? Es una bebida tradicional gallega compuesta básicamente de aguardiente blanca, limón o naranja y azúcar -aunque existen mil variantes de la receta-. Sus orígenes se remontan a la época celta, pero sigue surgiendo de maneral natural como colofón a muchas celebraciones o reuniones en la comunidad gallega.
Su sabor es tan fuerte que, o te encanta o la detestas. Su ritual es tan interesante como mágico: viertes los ingredientes en una olla de barro y los prendes (de ahí su nombre). Y así se fusionan los tres elementos fundamentales: tierra -representada por la olla-, agua -representada por el aguardiente- y fuego. Dicen las malas lenguas que antaño este conjuro se hacía para purificar el alma y alejar a las temidas meigas… porque, hábelas hailas…
La comunidad gallega no deja de sorprender… no solo por sus arraigadas tradiciones sino también por su excelente materia prima. Esto la convierte en una comunidad muy rica gastronómicamente hablando. De ahí que en todas sus provincias existan restaurantes dignos de visita. Aquí van tres recomendaciones:
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Restaurante Solla. Dos soles Repsol.
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Casa Marcelo. Dos soles Repsol.
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Camiño da Serpe. Dos soles Repsol.
Foto | Sonia Blanco
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