Buda vive en Zurich

13/12/2012

En Zurich sorprende el orden. Se nota en todo: el orden del tráfico que no provoca ni una sola bronca, el orden de los edificios, el orden de los peatones aunque vayan con prisas, el orden interior de los locales y las tiendas… En este post señalamos cinco paradas obligatorias para comprender y asimilar la perfección de esta ciudad suiza. ¿Qué más lugares añadiría?

Uetliberg. Parece un parque normal, pero no lo es. Se trata de un monte y constituye el punto más alto de Zurich. Hay que preparar bien las piernas, porque todo es cuesta. El camino se hace agradable con la vista puesta entre los pinos y la cantidad de paisanos que suben y bajan. Arriba, a 871 metros sobre el nivel del mar, unas vistas preciosas de la ciudad, además de un hotel, una torre mirador y mesas para sacar las viandas del picnic.

Zurichsee. Es el lago de Zurich. En cuanto sale un rayo de sol, los ciudadanos acuden en masa. Un lugar ideal para relajarse en las escaleras que van a dar al agua y tomar uno de los barcos que lo recorren. Si miramos en dirección a la orilla sur, veremos las colinas de Albis y Zimmerberg. Si miramos a la orilla norte, nuestra vista se topa con la cordillera Pfannenstielkette. Todos los pueblos están conectados a través de barcos. ¿Una excursión a uno de ellos? ¿Por qué no?

La Kunsthaus. La historia del arte pasará por nuestros ojos dentro de este museo. Es el museo más importante de Suiza y alberga la colección más significativa de Alberto Giacometti, pero ahí no acaba todo. La Kunsthaus comienza su recorrido con cuadros y esculturas medievales, sigue con el Barroco de pintores como Rembrandt y llega a las obras maestras de la pintura suiza de los siglos XIX y XX, sin olvidar las piezas de artistas maravillosos como Munch, Picasso o Monet.

Museo Rietberg. Tres mansiones ubicadas en un enorme parque verde albergan esta gran colección de arte extraeuropeo. Allí dentro no haremos más que aprender de todo lo que el resto del mundo (de Asia, África, América y Oceanía) ha parido en relación con el arte. Nos sorprenderemos con los budas, las máscaras japonesas, las figuras maoríes, las vasijas de bronce chinas, las esculturas Dogon africanas, los príncipes mayas y mucho más.

Bahnhofstrasse. Aquí se encuentra la esencia de Zurich. La gran arteria comercial de la urbe irradia glamour, clase, finura y elegancia. Uno la mira y puede que la odia al principio, pero luego no tendrá más remedio que rendirse a su belleza. Es todo un espectáculo caminar y entrar en las boutiques, los salones de café, las joyerías y las relojerías. Efectivamente, todo muy pijo. Y para refrendar el poderío económico de esta calle, nos encontraremos con bancos y más bancos. Si quiere hacer más cosas aparte de mirar, lleve la cartera llena.

Datos útiles:

  • Zúrich tiene 370. 000 habitantes.
  • El clima es relativamente templado. Llueve mucho, pero la temperatura media anual es de 8,5º. En verano se puede llegar a 35 y en invierno, a -10 y es probable que nieve.
  • La moneda es el franco suizo.

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