El sol casi nunca se esconde. Hay quien dice que San Diego, a 200 kilómetros de Los Ángeles, tiene el clima perfecto. Esos cielos despejados atraen a una gran cantidad de turistas a esta ciudad llena de rascacielos que limita con la frontera de Tijuana, ya en México. ¿Y qué llama la atención de tanta gente? Pues su ritmo slow, su encanto cultural y sus playas. Comience a conocer San Diego por el old town, el antiguo pueblecito que era esta urbe a finales del siglo XIX. Parece el lejano oeste de las películas con sus casitas bajas de madera, su museo dedicado a la figura del sheriff, sus tiendas tradicionales y sus edificios coloniales como Estudillo House, Seeley Stables y Stewart House. Cerca queda Gaslamp Quarter, lo que queda de la zona victoriana, actualmente repleta de hoteles, restaurantes, tiendas y muchos mercadillos.
Despertamos de este sueño del pasado si nos dirigimos al sur, donde se ubica el downtown con sus rascacielos mastodónticos de cristal. Si no dispone de coche, no se preocupe demasiado, ya que la ciudad cuenta con una aceptable red de tranvías. Tenemos que acercarnos por obligación a Balboa Park, una enorme extensión verde donde se distribuyen estratégicamente instituciones como el Teatro Old Globe (una reproducción del de Shakespeare), el Museum of Man (una ruta antropológica, desde los homínidos hasta Egipto y los mayas), el zoo y su teleférico o el Museum of Art (con obras que van desde el año 5000 antes de Cristo hasta la actualidad, con Rubens, El Greco y Sorolla incluidos). Ya ven que aquí no sólo se toma el sol.
Y ahora sí: abracemos al astro rey. El espíritu californiano se deja sentir en Sea Port Village, una zona de casitas de madera junto al mar. Es un remanso de paz. Ideal para ir de tiendas y almorzar. Donde también estará en la gloria será en las numerosas playas. Una de las más famosas es La Jolla, una cala donde practicar snorkle (si las focas no han decidido ocupar la arena) y ver el atardecer. Los surfistas toman Ocean Beach y las familias se dan cita en Point Loma, una península con un faro desde donde se ven nadar las ballenas. La Península Coronada, Mission Bay Park y el desierto de Anza-Borrego son otros lugares donde respirar profundo en medio de la naturaleza. A San Diego le gusta vivir bien, así que contagiémonos de ese talante: camine despacio, siéntese en una terraza y goce de su gastronomía gourmet y ecológica. Disfrute como si todo le perteneciera. Como si fuera el sheriff de San Diego.
Datos útiles:
- San Diego tiene 1.300.000 habitantes.
- Su clima es mediterráneo seco. Los inviernos son suaves y húmedos; los veranos, calurosos.
- Como siempre cuando se viaja a Estados Unidos, previamente hay que rellenar un cuestionario vía online para acceder sin problemas como turista al país: https://esta.cbp.dhs.gov.
- Las propinas son voluntarias, pero es costumbre dejar entre un 15 y un 20% de la consumición.
- La moneda es el dólar.
- Iberia ofrece vuelos a Los Ángeles que podrá encontrar en www.iberia.com.
Foto | Keoni Cabral