Antes de que comencemos con la importancia de que las mercancías peligrosas vayan exactamente protegidas y embaladas como indican las normas de la OACI, vamos a explicar qué es exactamente una mercancía peligrosa. Mercancías peligrosas son artículos o sustancias capaces de poner en riesgo la salud, seguridad, propiedad o el medio ambiente. Estas están incluidas en la lista de sustancias peligrosas de la Reglamentación en Materia de Mercancías Peligrosas o que son clasificadas de acuerdo con esta reglamentación.
Más de la mitad de carga repartida por el mundo en los distintos medios de transporte es peligrosa, es decir: explosivos, corrosivos, inflamables, tóxicos y radiactivos. La vía aérea al ser la más rápida en la larga distancia, es la más utilizada para transportar dichas cargas peligrosas. Estas mercancías pueden ser transportadas de forma segura siempre y cuando se sigan una serie de reglas, que también tienen excepciones, como por ejemplo: si una mercancía esta identificada como peligrosa y prohibido su transporte, la aerolínea no transportará dicha mercancía, con la excepción de que se cumpla uno de los siguientes requisitos:
- Los estados interesados han concedido las exenciones necesarias con arreglo a las instrucciones.
- Se ha concedido una aprobación por parte de todos los estados interesados en las ocasiones que las instrucciones técnicas así lo exigen.
En caso de que ninguna de estas dispensas se concedieran, cada compañía tomará las medidas necesarias para que no se transporten en ningún avión los artículos y sustancias que estén prohibidos en todos los casos según la reglamentación de la IATA.
Hay mercancías más o menos peligrosas que deben estar en conocimiento del comandante y otras no, un par de ejemplos:
- EN SU CONOCIMIENTO: sillas de ruedas accionadas por baterías (derramables o de litio), cilindros de oxígeno o aire gaseoso (éste no puede exceder los 5 kg de peso bruto).
- FUERA DE SU CONOCIMIENTO: bebidas alcohólicas, que contengan más del 24% pero menos del 70% de alcohol por volumen, en recipientes que no excedan los 5L y un total de 5L por pasajero.
Llegamos a la manera de embalarlas y los requisitos que se piden, que aunque son muy obvios, nunca están de más recordarlos:
- Embalajes de buena calidad, constituidos y cerrados de modo seguro para evitar pérdidas que podrían originarse en las condiciones normales de transporte debido a los cambios de temperatura, humedad, presión y vibraciones.
- Los embalajes deben ser diferentes para cada contenido, ya que si estos van a estar en contacto directo con la sustancia deberán ser resistentes a la reacción química que esta sustancia pudiera crear.
- Los embalajes que porten líquidos deberán poder aguantar el trayecto sin fugas y sin que los cambios de presión le afecten.
- Para que un recipiente pueda ser reutilizado deberá haber pasado por todas las inspecciones necesarias antes de su utilización.
Es muy improbable que tengáis que poner en práctica estos consejos debido a que no solemos volar con mercancías peligrosas, pero dicen que el saber no ocupa lugar, y el mundo aerotrastornado es tan grande que por mucha sabiduría que tengas siempre quedará algo escondido dentro de la bodega que no conocemos :-). Ahora sabremos que podemos volar con alcohol dentro de unas limitaciones, y que el capitán tiene conocimiento de la mayoría de cosas que suceden y se encuentran dentro de la aeronave.