Se nos ocurren un montón de cosas: un cálido y largo abrazo de bienvenida, una llamada para decir “voy para allá ¿hace falta algo?”, o cosas tan cotidianas como descongelar pan en el microondas.
30 segundos es también lo que se tarda en facturar en las máquinas de check-in de la T4. Comprobado. Y si haces el check in online incluso menos: en los quioscos te puedes imprimir la etiqueta para la maleta en un abrir y cerrar de ojos -eso es mucho menos que 30 segundos-, la pegas, y zumbando a los mostradores de entrega rápida (810, 811, 850 y 851 en la T4 de Madrid), porque el viaje empieza en el aeropuerto pero lo que más nos gusta a todos está en el destino.
A quienes esta Navidad vuelen dentro de España, les recomiendo la experiencia MyBagTag. Te imprimes en casa la tarjeta de embarque y la etiqueta para el equipaje y, en el aeropuerto, vas directo a los mostradores de entrega rápida sin pasar por las máquinas de check-in: 30 segundos que te ahorras para un cálido y largo abrazo de despedida, para comprar el periódico, o para una llamada de “despegamos ya. En una hora estoy contigo”.
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