El señor Morales, que regenta su peluquería en la calle Santa Isabel desde hace cinco décadas, no da crédito a lo que ve. Y lo que ve es esto: un barrio que está atrayendo a turistas y locales a golpe de energía juvenil. El Barrio Italia, en Santiago de Chile, está viviendo una enorme transformación con sus tiendas de diseño, restaurantes y espacios culturales. Hasta hace unos cinco años no era más que una zona llena de anticuarios y locales antiguos con población envejecida. Territorio no apto para guías de viajes. Hoy, las ferreterías, panaderías y sastrerías de toda la vida se mezclan con locales de aspecto hipster donde vibran las últimas tendencias. Lo nuevo y lo viejo se dan la mano. Y lo novísimo se queda pronto viejo. De hecho, en el barrio editan un mapa de comercios que cada poco tiempo tienen que renovar.
El restaurador Héctor Lamour, de la calle Caupolicán, también ha sido testigo de la metamorfosis del Barrio Italia. Gente como él se vino hasta aquí en la década de 1970 a recoger muebles y remozarlos. Hoy su negocio sigue en auge con el boom de lo vintage. Y no hay más que ver la cantidad de locales nuevos con gusto por lo antiguo, como The Popular Design (Avenida Italia, 1412), con piezas de los años 30, 40 y 50. Pero en este distrito, que antes era el patio trasero de Providencia (zona elegante, burguesa y rica), uno viaja del pasado al futuro en un pispás. En la Factoria Italia (Avenida Italia, 850) encontramos el Maker Space, un centro donde se crea y se investiga sobre el arte, la ciencia y la tecnología. Todo muy Berlín. Y justo a su lado surge un pequeño museo del sombrero, con máquinas, moldes y piezas antiguas donde antes se ubicaba la sombrerería Girardi. Mientras caminamos por el barrio y vemos a fans de las bicis no habrá que perderse edificios como las casas Fresia y la de los Jesuitas, además de la Parroquia de San Crescente y las fachadas coloniales.
Viviendas elegantes hay bastantes y algunas hasta guardan sorpresas. En el Barrio Italia existen muchas casonas-galerías donde se ubican tiendas comunitarias. En una de ellas (en Avenida Italia, 1152) podemos encontrar el diseño para niños de Vicho y el diseño sostenible de Contexto y en otra, al final del todo, podemos descansar en el Café Souvenir, con un jardín y una fuente muy zen. Para dejar pasar la tarde al sol. Si nos quedamos con ganas de más shopping, podemos callejear todo lo que queramos. Nos toparemos con locales como los de Carita de Gato (Avenida Italia, 1216), que vende bolsos con dibujos de estos animalillos, y OMBM (Avenida Italia, 138), una tienda de ropa con diseños que se mueven entre lo elegante, lo retro y lo onírico. Los restaurantes y bares surgen cada dos por tres. Dos de los más aclamados últimamente son Da Noi (Avenida Italia, 1791), una trattoria que sirve pastas frescas y caseras, y Casaluz (Avenida Italia, 805), con las tapas y platos de Pablo Heiremans, un chileno que vivió en Barcelona. Y después, mezclados entre jóvenes que se quieren comer el mundo, iremos al bar de René (Avenida Santa Isabel, 390), donde muchos dicen que sirven los mejores piscolas (pisco con cola) de todo Santiago. Buen rock + ambiente demodé = imán para los modernos.
Datos útiles:
- El clima de Santiago se parece al del Mediterráneo. Los inviernos son templados (de mayo a septiembre) y los veranos calurosos (entre diciembre y marzo).
- El Barrio de Bellavista es seguro pero hay que tener cuidado por la noche con los carteristas y evitar las calles solitarias.
- La moneda nacional es el peso chileno.
- Se acostumbra a dar un 10% de propina en restaurantes, pero no en taxis.
- Iberia ofrece vuelos a Santiago de Chile. Siempre los mejores precios en www.iberia.com
Foto | johnlamb