And the winner is… ¡Roma!
2 de Marzo de 2014. Fecha de la 86ª Ceremonia de los Premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, los Oscars. Día en el que Roma tiene muchos puntos de contribuir, con su magia, a que una de las estatuillas se marche rumbo a Italia. Todo gracias a “La Gran Belleza”, la película de la que todos hablan. Primero, arrasó en los premios europeos de cine (allí ganó mejor película, director y actor). Después, llegaron el Globo de Oro y la nominación al Oscar como mejor filme de habla no inglesa. Motivos todos más que suficientes para que la última de Paolo Sorrentino esté arrasando en España desde su estreno el pasado 5 de diciembre. ¿Por qué será que el propio Pedro Almodóvar la ha incluido ya en su ‘top ten’ del 2013?
Quienes la han visto se deshacen en halagos. Dicen que es espléndida. Nos referimos aquí a la película, aunque bien podríamos aludir a su telón de fondo, a la bella Roma. Y es que uno de los platos fuertes de La Gran Belleza no es otro que ver pasear por Roma a su cínico protagonista, Jep Gambardella, con su deslizar hipnótico por sus espectaculares planos. Como muestra, ese momento en el que el muy canalla nos muestra su apartamento y esa terraza con vistas al Coliseo, ¿hay que envidiarle o no?
La Gran Belleza son 142 minutos de Roma en verano, de “la Ciudad” en todo su esplendor. No es difícil empatizar y ponerse en la piel de esos turistas del filme, que se desvanecen al contemplar tanta belleza. No en vano, estamos hablando de la ciudad con la más alta concentración de bienes históricos y arquitectónicos del mundo. Por eso el cine, cuyo arte es captar la esencia de lo bello, ha sabido recrearse y rodearse de sus infinitos rincones de interés. Y si no, que se lo digan a los cientos de películas que, al enamorarse de Roma, se han guardado para la eternidad un pedacito de su mundo. Algunas más evidentes, otras menos… La Dolce Vita, Gladiator, Cleopatra, El Paciente Inglés, El Talento de Mr. Ripley, A Roma con Amor, Caro Diario…¿Seguimos? Aunque, para clásicos imborrables, elegimos Vacaciones en Roma, que también sabe mucho de Oscars y que por eso se quedó con tres, entre ellos los que fueron a parar a manos de una Audrey Hepburn en su primer papel protagonista y, como no, a las de su adorable vestuario. Esa película supuso toda una innovación en el rodaje de exteriores, ya que su brillante director William Wyler se negó a rodar con escenarios artificiales, pues quería (cual visionario) que la auténtica Roma fuese la tercera protagonista de la película. Y lo logró. ¿Quién no recuerda ese recorrido en Vespa por la ciudad, o ese momento en el que el periodista Bradley le gasta una broma a la princesa Anne (Audrey) frente a la boca de la verdad? Y hablando de casas de protagonistas, el apartamento en Roma de Joe Bradley (Peck) se rodó en Via Margutta 51, muy cerca del metro Spagna.
A la sombra de los lugares de interés que a todos nos suenan de esa ciudad de cine, de nombres como el Coliseo, el Foro Romano, la Basílica de San Pedro, la Fontana de Trevi o el Panteón de Agripa, se esconden rincones menos eternos pero igual de esenciales en nuestro recorrido por la ciudad. Los nominados son:
A unos metros de Campo de’ Fiori, este pequeño restaurante sirve una cocina italiana/romana de mercado de primera. Conviene reservar, asegurarse una plaza y así comer de cine.
Situado en el gueto de Roma (uno de los barrios más bonitos y más de cine de la ciudad según los entendidos), este restaurante sale en alguna de las pelis de Woody Allen. Un local de cinco estrellas del Fotogramas que sirve una deliciosa cocina judía. No hay que perderse sus «carciofi alla Giudía», el bacalao o la carbonara. Ahí va un spoiler: ¿alguien sabía que la cocina judía romana es muy rica y a veces no se sabe que lo que llamamos «cocina romana» es realmente «la cocina judía de Roma»?
¡Atención a su web! Está justo detrás de Piazza Navona, en un barrio muy tranquilo que contrasta con el bullicio de la plaza (en este mismo barrio hay mucha tienda bonita y original). Su brunch es más que recomendable y su ambiente es muy de cine (lo frecuentan muchos actores famosos italianos).
¿Dónde? En el barrio Parioli (el más glam de Roma, aunque no muy céntrico). Se come muy bien y prácticamente siempre hay algún famoso cenando o comiendo allí. Tiene una terraza muy amena y un tiramisú exquisito.
Oscar al mejor helado de Roma (con la mejor nata). Largas colas con una una merecida recompensa.
Son varios locales alrededor de la misma plaza, pegada a la céntrica Vía del Corso. En la pizzería, que es un local maravilloso, sirven bufé libre al mediodía. Es un sitio muy bonito, en el que se come bien y a precio razonable y que comparte local con una tienda de libros y objetos de cocina muy interesante. Además, sale en muchas películas, como por ejemplo en el «Último beso» de Gabriele Muccino (el director de “En busca de la felicidad”).
Y tras los nominados, nos despedimos con una maravillosa frase de «En busca de la felicidad», aquella que dice que “algunas cosas son divertidas la primera vez que las haces… y después no tanto”. Pues bien, eso no pasa con la Ciudad Eterna. No. Cuanto más repites Roma, más te gusta.
d.getElementsByTagName(‘head’)[0].appendChild(s);