#Destinosdecine: Chicago para enamorarse

31/03/2014

Chicago Cloud GateLa capital de Illinois es un destino de cine por méritos propios. Chicago aparece en más de 80 películas de todos los géneros… Sí, ¡80! La de hoy es la primera entrega de una trilogía que se estrena con el Chicago más romántico.

“Vine aquí esta noche, porque cuando te das cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida con alguien, quieres que el resto de tu vida empiece lo antes posible”. Frases así de contundentes surgieron de un amor gestado en Chicago, el de Cuando Harry encontró a Sally, con la que arrancamos un recorrido a través de algunas de las películas más románticas en ella rodadas. Cuando Harry encontró a Sally (1989) son 110 minutos salpicados, como la vida misma, de momentos cómicos y dramáticos. Bajo la batuta de Rob Reiner, los estudiantes universitarios Harry Burns (Billy Cristal) y Sally Albright (Meg Ryan) se conocen por casualidad, cuando ella se ofrece a llevar Harry en su coche. La escena se filmó en la auténtica Universidad de Chicago, desencadenando una deliciosa historia nominada al Oscar por su guión original.

Pero retrocedamos en el tiempo hasta 1986, año en que se estrenó ¿Qué pasó anoche? Porque para los más nostálgicos, Chicago es también sinónimo de esta comedia romántica protagonizada por Rob Lowe, Demi Moore y James Belushi. Ellos son Danny y Bernard, dos hombres solteros que viven alegremente en Chicago, hasta que el primero conoce a Debbie en un local llamado Mother’s y su vida da un giro radical. El bar Mother’s original se rodó en el número 26 de W. Division Street, aunque la localización estrella de la película es Grant Park  (337 E Randolph S), ese gran parque urbano desde el que se puede gozar de una estupenda vista del Skyline de Chicago. En pleno distrito central, posee como rasgos distintivos la (anotad este nombre) Buckingham Fountain, que marca su epicentro, el Instituto de Arte de Chicago, el Museum Campus y, sobre todas las cosas, el archiconocido e imprescindible Millenium Park. El despampanante Parque del Milenio ha ganado varios premios y aglutina diversas obras de arte y arquitectura sobresalientes. Las más obvias son el Pabellón de Conciertos Jay Pritzker, de Frank Gehry, la hipnotizadora escultura Cloud Gate, de Anish Kapoor o la espectacular Crown Fountain, del español Jaume Plensa.

Sigamos el paseo cinéfilo por «la ciudad del viento» con la pregunta del millón: En que piensan las mujeres (2000). En esta película, Mel Gibson y Helen Hunt son los protagonistas de un baile enamorado de egos. Nick Marshall es un egocéntrico publicista de Chicago que tras un accidente doméstico, desarrolla el poder de leer la mente de las féminas. De entre sus hilarantes escenas destaca la que se rodó en el 140 E. Walton Pl., dirección que a priori no nos dirá nada. Pero es ahí, en plena Magnificent Mile, donde se erige uno de los iconos de la ciudad: el Drake Hotel, pisado por lo más florido. Desde jefes de estado, pasando por celebridades o miembros destacados de la aristocracia, el desfile de nombres impresiona: Winston Churchill, Eleanor Roosevelt, Elizabeth Taylor, Judy Garland, Walt Disney, Frank Sinatra o Ronald Reagan. Fuente inagotable de anécdotas, cuenta la leyenda que todavía hoy se puede ver el resultado de la gamberrada romántica de Joe DiMaggio y Marilyn Monroe, quienes durante su visita grabaron sus iniciales en el bar del Cape Cod Room.

El hotel Drake constituye un enorme atractivo turístico. Lo más típico es visitar el blanco e impoluto espacio del Palm Court y cumplir con lo que desde 1980 marca la tradición: tomarse el té de la tarde. Así lo han hecho, entre otras, la Emperatriz de Japón, la malograda Princesa Diana o la Reina Isabel II. Ya en la calle, a tan solo unos minutos a pie nos esperan otras visitas imprescindibles de Chicago, como el Centro John Hancock (875 N. Michigan Avenue) o el Museo de Arte Contemporáneo (220 East Chicago Avenue).

El cine no se ha podido resistir a los encantos del Drake, en el que se han rodado numerosas escenas de otras películas muy conocidas. De todas ellas nos quedaremos con nuestra siguiente protagonista romántica: La boda de mi mejor amigo (1997). Demos la bienvenida pues a Julia Roberts…¡literalmente! Porque la escena en la que llega a Chicago fue rodada a 27 kilómetros del centro, en el Aeropuerto O’Harevotado como el mejor de América del Norte durante 10 años (y el mismo, por cierto, en el que dejan tirado sus padres al niño de Solo en casa).  El resto de la película discurre por la ciudad, incluyendo el prestigioso restaurante Charlie Trotter’sdonde Julia hace su crítica culinaria, que se rodó en el 816 de la West Armitage Avenue y la famosa boda, en la iglesia del 125 de East Chestnut Street.

Algo para recordar (1993). Otro peso pesado de las comedias románticas. ¿Quién no reconstruye tras ese título la historia de amor de Sam (Tom Hanks) y Maggie (Meg Ryan)? Chicago aparece al principio de la película, antes de que él huya a Seattle. Su escena inicial se rodó en el cementerio que hay en Cricket Hill y el hijo de Sam, Jonah, aparece sentado en el 427 de W Belden Avenue.

Y nos despedimos de Chicago con la reina de la comedia romántica en su papel más tozudo: Jennifer Aniston en The Break-Up (2006).  Una de sus escenas se rodó en la Buckingham Fountain (¿os suena?) y el concierto del final, en el 4770 de N Racine Ave. Un último guiño: ¿quién no recuerda la excursión marítima del tour por “tierra, mar y aire” de Vince Vaughn en la película? Pues recrearla tal cual en la vida real es fácil, basta con subirse a bordo de Mercury Cruises.

Chicago. El final feliz para cualquier historia de amor.

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