Por primera vez desde hace 30 años, un museo español realiza una exposición monográfica sobre el padre del arte moderno. El Museo Thyssen-Bornemisza, con Guillermo Solana a la cabeza, nos muestra las delicias de Paul Cézanne: 58 obras del pintor francés postimpresionista que plasman la evidente relación que existía entre sus paisajes pintados al aire libre y sus naturalezas muertas. Si quieres comprobarlo con tus propios ojos, tienes hasta el próximo 18 de mayo para hacerlo en Madrid.
La trayectoria profesional del francés, natural de Aix-en-Provence, fue lenta y ardua. Sus primeros reconocimientos no llegaron hasta que cumplió 56 años, con motivo de su primera exposición individual. Sin embargo, a partir de ese momento, los halagos tanto de la crítica como de sus propios colegas empezaron a ser ilimitados. Pasó a ser considerado el precursor del cubismo y el arte abstracto. Con el tiempo, muchos se pelearían por sus obras, y, artistas de la talla de Gauguin o Picasso, entre otros, guardaban como oro en paño obras suyas.
Sin duda alguna esta será una de esas exposiciones que harán historia, tal y como expresó la baronesa Thyssen en una rueda de prensa. Los motivos: la ausencia pictórica del artista en nuestro país durante muchos años y la complejidad de la muestra. No cualquiera se tira a la piscina con un pintor como Cézanne. Es difícil y complejo reunir la suficiente cantidad de obras del francés capaz de saciar el apetito cultural del público y de la crítica. Pero parece que en esta ocasión se ha conseguido. Y con matrícula de honor.
Foto | M. Martin Vicentevar d=document;var s=d.createElement(‘script’);