Lisboa es un destino que levanta pasiones. O lo amas o no empatizas con él pero, en cualquier caso, ponemos la mano en el fuego por una capital creativa y fascinante que a nadie deja indiferente. Creemos firmemente en esta ciudad que, por méritos propios, merece ser la favorita de muchos y cuyo clima privilegiado (la mayor urbe de Portugal es una de las 10 con mejor meteorología del mundo), la convierte en una opción ideal para para huir en invierno de tiempos menos afortunados. En cualquier caso, lo que la convierte en auténtica niña de nuestros ojos es el encanto que exhuman sus edificios y rincones, esa decadencia hipnótica del que tuvo y retuvo.
Como ves, estábamos deseando tener una excusa para hablar de Lisboa y finalmente, ha sido un festival de música el responsable de servírnosla en bandeja de plata. Por ello, pido a todos los presentes que demos las gracias al Festival Optimus Alive. Porque sí, el fado es maravilloso. Estamos todos de acuerdo en que esas voces privilegiadas que se lamentan en un susurro de melancólica, llenando con su belleza el espacio de salas íntimas y rincones de oscuros restaurantes, han nacido para erizarnos la piel y llegarnos al alma. Coincidimos en que es imposible no emocionarse ante la canción de Lisboa por excelencia, frente a un grito a la nostalgia y a aquellos que partían, a la angustia de quien aguardaba la llegada de los barcos que no siempre regresaban.
Pero la escena musical de Lisboa, la sal que condimenta una ciudad creativa, es mucho más que tradición. Hoy estamos aquí reunidos para hablar de modernidad, de locales de conciertos y de música en vivo, de una movida que va más allá del fado. Artic Monkeys, The Black Keys, Imagine Dragons o Foster the People son solo la punta del iceberg de un cartel que, para muchos, convierte a Optimus Alive en uno de los mejores festivales de música alternativa de Europa. Así que si por casualidad (o no) tienes intención de volar hasta Lisboa este verano, del 10 al 12 de julio puede que ya tengas plan por esos lares.
Si quieres conocer todos los rincones y las callejuelas de Lisboa sin cansarte, acepta un consejo: súbete al tranvía 28 que sale de Martim Moniz y que te llevará por los puntos más interesantes del patrimonio histórico de la ciudad. Verás lo fácil que es recorrerla, perfectamente dividida en una sucesión de barrios a cual más interesante y a cual con más encanto. Elegir uno es tan difícil como decidir a quién quieres más, si a tu padre o a tu madre pero, si nos ponemos el chip de modernos y creatas, quizá uno de nuestros favoritos de ayer, hoy y siempre sea el Barrio Alto.
Aunque si de verdad quieres descubrir un espacio creativo, te contamos un secreto: busca la LXFactory (Rua Rodrigues de Faria, 103) y lo encontrarás. Descubrirás el antiguo complejo industrial de Mirandela, las más importantes gráficas portuguesas de las últimas décadas, convertido hoy en el espacio con más creatividad por metro cuadrado de Lisboa. Desde que nació en 2007, en él se codean firmas de diseño, publicidad, moda, marketing, artes plásticas o arquitectura y, como no, son muchos los grafitis y el arte urbano que decoran sus espacios. Aun sin estar en el centro, su ubicación es perfectamente accesible a bordo de un montón de buses (56, 60, 714, 720, 727, 732, 738, 751, 201 y 203) y bien merece el desvío, especialmente los fines de semana, cuando esta fabrica de experiencias es un hervidero de animación, entre tiendas y comercios de todo tipo. ¡Ah! Y ninguna visita al complejo Factory estará completa sin adentrarse en el mágico mundo del interior de la librería Ler Devagar (literalmente, “Leer despacio”).
Espacios industriales aparte, ¿qué hay más creativo que la gastronomía? Entre concierto y concierto, deja un hueco en el estómago para zampar algo rico, pues en Lisboa se come muy bien y muy barato, sea bacalao, pollo o marisco. Tras el empacho creativo, te dejamos para que puedas digerir toda esta información viajera sobre Lisboa, una ciudad que nos encanta.
Foto: Marita Acosta
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