Así es el título de la exposición que se puede disfrutar en la capital española hasta el próximo 30 de noviembre. La sede de dicha exposición está fragmentada en dos: el Museo Naval, por un lado; el Museo Arqueológico, por otro lado. Y es que este último viaje de «la Mercedes» bien se merece esto y más. Pero pongámonos en contexto y conozcamos a fondo este acontecimiento histórico:
¿Cuándo? 5 de octubre de 1804 ¿Quiénes? Medea, Mercedes, Fama y Clara, cuatro fragatas españolas ¿Qué sucedió? Estas fragatas cargaban caudales españoles desde América para la corona española, bajo el mando de Don José Bustamante. En Cabo San Vicente, al sur de Portugal, son interceptadas y atacadas por los ingleses. Ni los tratados de paz existentes en la época frenan el afán inglés por evitar que semejantes riquezas llegaran a manos de su temido Napoleón. Así comienza la contienda que acaba con una explosión en la Fragata Mercedes, con el fatídico resultado de cientos de muertes y la pérdida económica y cultural pertinente.
El tiempo pasa, y doscientos años después, la empresa Odyssey Marine Exploration, localiza los restos perdidos en el inesperado combate y en la repentina explosión. En 2007, de manera totalmente ilegal, traslada dichos restos a Tampa, Florida. Ante semejante acto, comienza una dura batalla jurídica que finalmente le acabó dando la razón al Estado español. Así, más de 500.000 monedas de plata y oro, entre otros restos encontrados, están ahora en territorio español. Y que mejor forma de celebrarlo que exponiendo el tesoro recuperado en dos importantes museos madrileños…
¿O acaso no?
Foto | jacinta lluch valero