Hoy queremos convencerte para que viajes a un destino cuyo exotismo y atractivo te aguardan, pacientes, en el norte de África.
Pensar en Casablanca es caer, por desgracia, en el tópico fácil: revivir fotogramas en blanco y negro habitados por Humphrey Bogart, pianos y amores imposibles. Más allá de la famosa película de los tiempos dorados de Hollywood, esta ciudad al oeste de Marruecos es un destino creativo con mayúsculas, un gran desconocido que espera que le des la oportunidad viajera que se merece. Y, ¿por qué Casablanca? -se preguntarán algunos. Lo que nos lleva a pensar que muy poco se sabe sobre este destino, imprescindible para los amantes de la arquitectura y de los edificios interesantes. Su notable patrimonio colonial, único y con una historia de desarrollo y planificación fascinante, combinado con la visita a barrios de moda y las compras de bella artesanía, harán de cualquier viaje a la ciudad más grande de Marruecos una experiencia inolvidable.
Antes de abrir boca y empezar a soñar con todo lo que podremos ver en Casablanca y solo en Casablanca, empecemos por recopilar algunas ideas sobre la ciudad que nos ayudarán a tomar contacto con su idiosincrasia:
- Casablanca es la ciudad más grande de la región del Magreb.
- Se la considera motor económico, comercial e industrial del país.
- Posee uno de los puertos artificiales más grandes del mundo y el mayor de la parte norte de África.
Pregunta de examen: ¿a qué suenan todos estos datos? Las posibles respuestas son:
A) a prosperidad.
B) a modernidad.
C) todas las respuestas anteriores son válidas.
Si has marcado C, tu elección es… ¡correcta!
Ahora que has aprendido que Casablanca es elegante, joven y actual, estás preparado para que te confiemos su auténtico secreto, lo que no te puedes perder si viajas a esa fascinante ciudad: su importante patrimonio arquitectónico. Pocos saben que, gracias a un fenómeno único de experimentación efervescente que tuvo lugar en su pasado reciente, las calles de Casablanca se reinventaron a sí mismas a principios del siglo XX, cuando arquitectos de renombre mundial acudieron a ella como abejas atraídas por la miel. ¿Nos permites que te relatemos un pedazo breve de historia?
Todo empezó en 1912, cuando Casablanca fue una de las elegidas por el protectorado francés para ser transformada y convertida en un centro urbano moderno. El encargo recayó en el arquitecto francés Prost, quien tres años después presentó su proyecto de desarrollo para la ciudad, hoy modelo de referencia de su época. A partir de ese momento, Casablanca pasó a ser la meca a la que peregrinaron grandes arquitectos, cautivados por la posibilidad de experimentar sin límites ni restricciones. Fruto de unos años únicos en la historia de la arquitectura, Casablanca atesora hoy la mayor concentración de edificios de diferentes estilos, véase arquitectura neoclásica, Art Nouveau, Art Deco, neo-mozárabe…, de ahí que estemos ante un icono de la arquitectura moderna.
Son muchos, cerca de 50, los edificios catalogados que no te resistirás a fotografiar en un recorrido por Casablanca. Algunos son hoy presa de la decadencia y, sin duda, tu visita e interés ayudarán a ponerlos en valor y garantizar su futuro.
Casamémoire (14-18 avenue Hassan Seghir) es una pequeña asociación que nació en 1995 de la mano de residentes de Casablanca, preocupados por la conservación y protección del patrimonio de la ciudad. Una actividad original que puedes llevar a cabo es participar en una de las rutas informativas que organizan y que, con carácter interactivo, te ayudarán a descubrir las joyas arquitectónicas de la ciudad. Para los interesados de pro, organizan también Les journées du patrimoine (jornadas del patrimonio), un evento de tres días que incluye visitas guiadas gratuitas y que se ha convertido, con el tiempo, en una tradición anual.
Los atractivos de Casablanca se concentran mayormente en su parte norte. Piensa que la plaza Mohammed V es el centro de la ciudad y en ella se encuentran grandes ejemplos de arquitectura islámica (no te pierdas el Ayuntamiento o Wilaya). La atraviesan los dos kilómetros del bulevar Mohammed V, bajo cuyos soportales se refugian tiendas, hoteles y restaurantes. Los amantes de las fachadas art decó disfrutarán de lo lindo husmeando por los alrededores de esta avenida, así como en el bulevar 11 de enero (11 Janvier), a escasos 10 minutos de paseo a pie.
De ahí, te proponemos dos alternativas:
La primera es que te subas a bordo de un petit taxi hasta una maravilla del mundo, la espectacular mezquita de Hassan II (Blvd Sidi Mohammed Ben Abdallah), que con sus imponentes 200 metros de altura se alza como una de las más grandes del planeta. Todo en ella deja sin aliento, desde los bellos colores de su fachada hasta su impecable situación junto al mar.
La segunda alternativa es que dejes atrás el bulevar 11 de enero y continúes tu agradable paseo de media hora hasta el parque de la Liga Árabe. Al oeste, a 20 minutos a pie nos espera uno de los barrios de moda de la ciudad. Y es que la vida en la Casablanca de vanguardia es un fiel reflejo del vibrante Maârif, una zona que, cual crisálida, se ha ido transformando hasta eclosionar como uno de los barrios de referencia de la ciudad. Sus calles están pobladas por jóvenes marroquís de bien que quieren ver, ser vistos y comprar en sus comercios de lujo y establecimientos de moda, a la sombra de las torres gemelas del Twin Center.
Alejado del centro y como en otro planeta, también puedes y debes animarte a visitar el residencial barrio de Anfa, rincón chic de Casablanca y una de sus partes más ricas. Las grandes y lujosas casas blancas, a juego con su rebosante vegetación, suponen una bocanada de aire fresco frente al centro y un lugar más que agradable para dar un paseo. Sorpréndete con las viviendas que la pueblan, construidas en su mayoría en las décadas de los 60 y 70 por los mejores arquitectos europeos de la época. Anfa es el antiguo nombre de Casablanca y el barrio fue construido sobre los restos de la ciudad vieja.
Es hora de despedirse. Lo hacemos con la sensación de que nos dejamos muchas cosas interesantes en el tintero pero también contentos si hemos conseguido animarte a que vivas Casablanca en primera persona. Y como seguro querrás volver con algún recuerdo de tu viaje, no olvides que la artesanía también es una de las patas de la creatividad, así que no dejes de perderte por la Nueva Medina (Blvd Victor Hugo). Un lugar tranquilo y ordenado, muy cercano al palacio del Rey de Marruecos, donde podrás cargar alfombras, cestas y todo tipo de cachivaches. Y te contamos que acoge una pastelería que te hará chuparte los dedos.
¿Volamos juntos a Casablanca?
Foto: Sandra Cohen-Rose y Colin Rose
}