La Fundación Make-A-Wish Spain sigue la estela de su predecesora norteamericana Make-A-Wish. Ambas persiguen el mismo objetivo: hacer felices a niños con enfermedades graves. ¿Cómo? Alimentando esas pequeñas pero grandes ilusiones que todo niño suele tener y cumpliéndolas. Y es que para los niños castigados por duras patologías, ver cómo se hacen realidad sus sueños, supone una inyección de optimismo y alegría. ¿Y acaso hay algo mejor en casos así? Pues no. Porque ni la mejor medicina del mundo es capaz de arrancar sonrisas así.
Iberia aporta su granito de arena, y desde 2001, ayuda en esta cadena realizadora de deseos, como la transportista oficial de la fundación. Así, ha sido testigo del cosquilleo de Arnau, un niño de nueve años, al conocer a su ídolo Fernando Alonso, pudiéndole entregar, además, una maqueta del coche realizada por él mismo. O de los nervios de un quinceañero, Carlos, un apasionado del ajedrez a quien se le brindó la oportunidad de volar hasta Zúrich para jugar en vivo y en directo una partida con Magnus Carlsen. O de la emoción incontrolada de Guillermo, también de nueve años, quien consiguió adentrarse en las entrañas de El Hormiguero y desvelar sus más preciados secretos :-).
Make-A-Wish Spain trabaja con una seriedad asombrosa. Mima y cuida hasta el último detalle de todas sus acciones. Además, su filosofía se sustenta en una serie de valores que no tienen desperdicio, partiendo del respeto hacia las enfermedades y los enfermos y acabando en la privacidad absoluta de quien participa o colabora con la fundación.Ojalá y todos, de una manera u otra, consiguiésemos hacer felices, aunque fuera por un momento a quien más lo necesita ¿No? Gran labor la de esta fundación. Bravo.
Foto | D-Gernz
}