La que fuera una humilde ciudad de pescadores ha evolucionado de tal forma que hoy es conocida como la Venecia del Norte, apelativo que da idea de la complejidad que ha alcanzado. Ámsterdam ha sabido convertirse en una de las ciudades más atractivas de Europa. Sin duda, los canales y la mentalidad tolerante que la gobierna desde siempre son elementos que otorgan personalidad a la ciudad. Conozcamos su centro histórico, donde reside el atractivo de una ciudad que se ha convertido en clásico del turismo en Europa.
Dam Square
El centro histórico de Ámsterdam data del siglo XXVII y es uno de los más grandes de Europa. Pintoresco por los canales semicirculares que lo rodean y por las casas de estilo neerlandés; pero quizás la imagen más icónica de la ciudad sea Dam Square.
La gran plaza es su símbolo. En ella podemos encontrar la Iglesia nueva de Ámsterdam, el neoclásico Palacio Real o el Monumento Nacional dedicado a las víctimas de la II Guerra Mundial. Y no solo edificios, también una gran animación de palomas, cafés, bicis, coches, peatones y tranvías.
Mercado de las flores
No sólo tulipanes, todo tipo de flores encontrarás en este mercado clásico de Ámsterdam cuyo origen se remonta a más de 150 años, cuando las plantas llegaban a la ciudad en gabarras, esos típicos barcos pequeños que sirven para descargar en los puertos.
El Mercado de las flores de Ámsterdam es un mercado flotante y se puede visitar todos los días en el canal del Singel, uno de los más famosos de la ciudad. Tampoco hay que perderse las casas junto al canal y se puede aprovechar para realizar un tour por los canales.
Barrio rojo
El controvertido barrio de Ámsterdam, uno de los barrios más famosos de todo Europa junto a Temple Bar en Dublín o el Soho de Londres, por ejemplo. Está ubicado en la parte más vieja de la ciudad y en él la prostitución está regulada legalmente, y las prostitutas se exhiben en escaparates en una práctica que parece ser se remonta al S XVII aunque en el barrio desde la Edad Media existía la actividad de la prostitución.
Hoy en día se ha convertido en una atracción que difícilmente el turista quiere perderse y le lleva a caminar con cierto ánimo voyeur por tres distritos diferentes de la ciudad, De Wallen, el más famoso, Singelgebied y Ruysdaelkade en busca de sex shops, hoteles y escaparates con chicas.
Coffee-shops
La política tolerante aplicada a algunos aspectos sociales es un rasgo típico de Ámsterdam; no sólo la prostitución está legalizada, también el consumo de ciertas drogas blandas.
En Ámsterdam el consumo de cannabis es legal -no para turistas-, y es más, se puede hacer en ciertos locales conocidos como coffee-shops que deben su origen a un comerciante llamado Kees Hockert que en 1961 aprovechó cierto vacío legal sobre el cannabis. Hay que señalar que a pesar de tratarse de una droga legal no deja de ser una droga, por lo que se aconseja ciertas precauciones y conocimientos, o directamente su no consumo en según que circunstancias.